El siglo XVI, la edad de oro de la piratería.
Los mares del Sudeste Asiático están gobernados por piratas que establecen sus propias leyes. La competencia es feroz entre ellos, todos quieren dominar los mares y océanos, mientras buscan hacer temer s...
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En el camino de regreso al barco, la mitad de la tripulación del Star Rock se movía con rapidez, cargando los objetos de valor que habían recuperado. Lo hacían con una eficiencia casi fría, conscientes de que debían abandonar esas tierras lo más rápido posible. Ya no eran tierras del Pegaso Rojo; ahora, pertenecían a ellos. Los familiares de sus compañeros serían los encargados de mantener el orden allí, ya que la tripulación no podía quedarse de manera permanente.
Felix observaba cómo Yeonjun, Kai y Soobin se ocupaban de esconder los cadáveres. La escena lo perturbaba profundamente; aún no se acostumbraba a la vida de un pirata, y menos a aceptar esto como algo normal. Volteó a ver a Changbin, quien se encontraba mucho más tranquilo que él. Felix comprendió que Seo deseaba ser un pirata desde hace tiempo, así que probablemente ya estaba acostumbrado a estas situaciones. A diferencia de Changbin, Felix se sentía como un extraño en ese mundo brutal.
Se sentía inútil, deseando poder hacer algo para ayudar, pero su reciente intento de secuestro había preocupado a Chan. Su mayor le había dicho que no era necesario que participara en las tareas más duras; después de todo, Hyunjin no se molestaría. Bang Chan sabía que Felix estaba atravesando una situación completamente nueva para él. No era común ser secuestrado, estar a punto de ser intercambiado como un objeto, y luego terminar siendo un pirata. Sabía que el chico no la estaba pasando bien, y lo entendía mejor que nadie. Nadie estaba preparado para enfrentar ese tipo de experiencias.
"Vamos al barco, Felix. No hay necesidad de que te quedes aquí viendo esto," dijo Chan con una voz amable, posando una mano en su hombro.
Felix asintió y, junto a Chan, comenzó a dirigirse al barco. Al subir, Hyunjin ya estaba allí, esperándolos. El capitán notó de inmediato los rasguños en los brazos de Felix, vestigios de la brutal fuerza con la que los miembros de la tripulación contraria lo habían sujetado.
Bang Chan asintió y se marchó sin decir una palabra más, dejando a Felix a solas con su capitán.
Hyunjin se acercó a Felix con una delicadeza que contrastaba con su usual dureza. Tomó su brazo con cuidado, examinando los rasguños antes de comenzar a limpiarlos con suavidad. El ambiente se cargó de una tensión emocional palpable; Felix, mareado por el dolor y la cercanía, sujetó la mano de Hyunjin, agradecido por su dedicación.
"Lo siento, Felix," comenzó Hyunjin con la voz baja y llena de remordimiento. "Lamento que desde tu llegada al barco no haya sido agradable. Sólo tenía dos misiones: recuperar el mapa y velar por ti. Los chicos saben defenderse, y tú también, pero no corres el mismo peligro. Un buen capitán debe proteger a su tripulación. Y fallé en mi deber. Lo peor de todo esto es que eres tú quien corre con el coste."
Hyunjin agachó la cabeza, como si estuviera cargando el peso de toda la culpa.
Después de unos segundos en esa posición decidio ignorar su vulnerabilidad, así que mientras curaba las heridas de Felix, sentía cómo el ambiente a su alrededor se volvía cada vez más pesado, como si una fuerza invisible los empujara hacia algo inevitable. La cercanía de Felix, la vulnerabilidad que mostraba, y la culpabilidad de no haberlo protegido como debía, despertaron algo que Hyunjin había mantenido enterrado.
