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Cuando la noche cayó y la brisa fresca se colaba por las ventanas de la mansión, Hyunjin y Felix llegaron al pasillo principal

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Cuando la noche cayó y la brisa fresca se colaba por las ventanas de la mansión, Hyunjin y Felix llegaron al pasillo principal. La luz tenue de las lámparas iluminaba el rostro cansado de Felix, quien aún respiraba con algo de dificultad. Hyunjin, notando su estado, le dedicó una suave sonrisa antes de hablar.

“Deberías irte a descansar, Felix,” sugirió Hyunjin, su voz cargada de una mezcla de ternura y firmeza. “Yo me quedaré un poco más abajo con los demás. Aún hay algunos miembros despiertos.”

Felix asintió con algo de renuencia, sintiendo el calor en su cuello donde todavía resonaban las sensaciones recientes. Sin embargo, no dijo nada y se dirigió hacia su habitación, deseando la privacidad y el descanso.

Mientras Felix subía las escaleras, Minho, que había estado pasando cerca, lo vio de reojo. Observó que Felix tenía unas marcas rojizas en el cuello, claramente recientes, lo que despertó su curiosidad. Sin decir nada en el momento, decidió seguir su instinto y se dirigió a donde estaba Hyunjin.

Con una sonrisa que mostraba su diversión, Minho se acercó a Hyunjin, apoyando un codo en la mesa de manera relajada. “Capitán Hwang,” comenzó con un tono juguetón, “acabo de ver algo interesante.”

Hyunjin levantó la vista, arqueando una ceja. “¿Ah sí? ¿Qué fue?”

“Bueno, digamos que nuestro querido Felix parece haber tenido un día … intenso,” dijo Minho, dejando escapar una risita mientras sus ojos brillaban con malicia. “Esas marcas en su cuello no parecen producto de un accidente.”

Hyunjin sintió un leve calor subir por su cuello, pero no dejó que su expresión lo delatara. “¿Y qué estás insinuando, Minho?” preguntó con calma, aunque una pequeña sonrisa empezaba a asomar en sus labios.

“Oh, nada, nada,” contestó Minho con fingida inocencia. “Solo que esas marcas parecían más bien obra de alguien que se dejó llevar un poco… demasiado.”

Hyunjin soltó una risa suave, sacudiendo la cabeza. “Deberías ocuparte de tus propios asuntos, Minho.”

“Quizás, pero no puedo evitar notar las cosas,” replicó Minho, dándole un leve golpe en el hombro antes de alejarse. “Pero tranquilo, capitán, tu secreto está a salvo conmigo.”

Mientras Minho se alejaba, Hyunjin dejó escapar un suspiro, mezclado con una risa contenida. Sabía que los comentarios de Minho no eran malintencionados, pero no podía evitar sentirse un poco protector. Aún así, no pudo evitar sentirse un poco complacido por las marcas que había dejado, una pequeña señal de lo que habían compartido.

Hyunjin desvió su mirada hacia el lado y se dio cuenta de que el bolso de Felix estaba a su lado. Creía que el menor se lo había llevado consigo, pero al parecer lo había olvidado en su cansancio. Suspiró, consciente de lo agotado que estaba Felix, y pensó en ir a dárselo, pero rápidamente descartó la idea, decidiendo que era mejor no interrumpir su descanso. “Se lo daré mañana,” pensó, prefiriendo no interrumpir la relajación del pecoso.

Welcome to heaven (LALALALA Ver.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora