El siglo XVI, la edad de oro de la piratería.
Los mares del Sudeste Asiático están gobernados por piratas que establecen sus propias leyes. La competencia es feroz entre ellos, todos quieren dominar los mares y océanos, mientras buscan hacer temer s...
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Mientras Felix y Jisung se alejaban, el silencio entre ellos era palpable. Felix no soltaba la mano de Jisung, queriendo ofrecerle consuelo a través de ese simple contacto. Finalmente, cuando estuvieron lo suficientemente lejos, Felix se detuvo y se volvió hacia Jisung, mirándolo con preocupación.
"¿Qué fue lo que pasó allá atrás?" preguntó Felix, manteniendo su voz suave pero firme.
Jisung bajó la mirada, sintiendo cómo el peso de la situación lo aplastaba. Sabía que no podía esconderse de Felix, pero tampoco estaba seguro de cómo explicar lo que acababa de suceder. Chan había tocado un punto delicado, y Jisung aún no estaba seguro de cómo manejarlo. Pero la preocupación en los ojos de Felix lo hizo sentir que, al menos, debía intentar ser honesto.
"Chan... está empezando a sospechar de mí," confesó Jisung en voz baja, con un tono que reflejaba su preocupación. "Piensa que hay cosas que no encajan, y yo... no supe cómo responder."
Felix lo observó en silencio durante unos segundos, asimilando la información. A pesar de la tormenta de emociones que estaba sintiendo, hizo un esfuerzo por no mostrarlo demasiado. Lo último que quería era hacer que Jisung se sintiera aún más presionado.
"No tienes que enfrentarlo solo, ¿sabes?" dijo Felix finalmente, con suavidad. "Estamos todos juntos en esto. Si Chan tiene dudas, podemos aclararlas entre todos. No estás solo, Jisung. No tienes que volver a tu pasado con los Ateez"
Jisung levantó la mirada para encontrarse con la de Felix. La sinceridad y la calidez que veía en esos ojos lo hizo sentir un poco más aliviado, aunque la preocupación seguía latente. Asintió lentamente, agradecido por el apoyo de Felix.
"Gracias, Felix," respondió, su voz recuperando algo de su habitual energía. "De verdad, no sé qué haría sin ti."
Felix sonrió, apretando la mano de Jisung una vez más antes de soltarla. "Vamos a encontrar una forma de salir de esto. Pero por ahora, lo más importante es que estés bien."
Jisung, conmovido por las palabras de Felix y sintiendo una oleada de gratitud, se inclinó y lo abrazó con fuerza. La calidez del abrazo le ofreció un consuelo inesperado, y se permitió un momento de calma en medio del caos.
"Gracias, Felix," dijo Jisung, su voz temblando ligeramente mientras hablaba. "Eres la persona más maravillosa que he conocido. Ojalá te hubiera conocido antes. De verdad, espero que no me odies mas adelante", murmuró lo último siendo solo escuchando por él.
Felix le devolvió el abrazo, sintiendo cómo la preocupación de Jisung se transmitía a través del contacto. "No tienes que disculparte por nada, Jisung," respondió con suavidad, mientras lo mantenía en su abrazo.
Jisung asintió, sintiéndose aliviado y agradecido por el apoyo incondicional de Felix. Se separaron lentamente, y Jisung, con una leve sonrisa, intentó reflejar la esperanza que sentía en el momento.
