Parte 1
Kuea quería golpear a Lian.
Quería ponerse frente a él, mirarlo a los ojos, ser capaz de enfrentarlo y poder decirle que no era necesario que le mintiera, que podía ser sincero con él, porque Kuea no le creía nada de toda esa fachada de estudiante, novio, amigo e hijo perfecto que le vendía a todo el mundo.
Kuea quería ser capaz de decirle que podía confiar en él a pesar de que Lian lo odiara.
―Bueno, ¿por qué estás enojado, Ku?
Levantó la vista cuando en la habitación entró su psicólogo, Tul, sonriéndole ampliamente, y trató de relajar su expresión seria y enojada.
Tul se sentó en el puf frente a él.
―Estás enojado, ¿qué pasó? ―preguntó Tul hablando en voz alta, pero usando el lenguaje de señas también.
Kuea agarró el lápiz de color amarillo sobre la mesa, comenzando a apuñalar las pobres hojas que Tul solía tenerle para que dibujara o escribiera.
―Kuea, Ku, ¿qué haces? ―insistió Tul―. ¿Qué hemos hablado acerca de tus emociones? Las hojas no te han hecho nada.
Lo ignoró y Tul suspiró, tomándolo de las manos para detenerlo. Kuea forcejeó, enfurecido, antes de abrir su boca.
―¡Mordidas no, Kuea! ―regañó Tul.
Kuea soltó un ruido extraño, entre un bufido y un gruñido.
Tul logró que soltara el lápiz y las hojas, mirando el papel blanco arruinado.
―Odio que se vean blancas y perfectas ―expresó Kuea―. Me gusta que estén sucias, que se vean feas, como yo.
Tul frunció los labios, pensativo, negando con la cabeza.
―No estás sucio, Kuea ―dijo Tul con calma, como si el arrebato de Kuea no hubiera llamado su atención―. ¿Has tenido pesadillas?
Kuea hizo el amago de agarrar nuevas hojas, pero Tul le miró con advertencia.
―¡Lo odio! ¡Lo odio! ―soltó Kuea amurrado―. ¡Es... es un idiota!
―Kuea, no estoy comprendiendo nada ―contestó Tul.
―¡Lian!
―¿Es un nuevo amigo?
―¡Es un grano en el culo!
―¡Kuea!
―¡Me mira como... como si yo fuera tonto, y trato de ser agradable con él, pero es falso, es un hipócrita, es un cínico, y eso me enferma! ¡Odio a la gente mentirosa! ―Kuea soltó un resoplido―. ¡Me odia, ¿cree que no lo sé?! ¡Pero se porta bien conmigo porque es un tonto lameculos que tiene que ser bueno con todo el mundo! ¡No quiero que sea bueno conmigo! ¡Quiero que me odie y me lo demuestre!
Tul no dijo nada por varios segundos, con expresión sorprendida y algo divertida por lo que le estaba diciendo Kuea. Terminó por sacudir la cabeza.
―Creo que debes ser el primer paciente que me dice que quiere ser odiado ―comentó como si nada, anotando algo en sus hojas―. Kuea, ¿quieres comenzar desde el principio?
Kuea soltó un nuevo bufido, rodando los ojos para luego hacer una mueca cuando Tul le pegó en la frente con su lápiz, llamando su atención. El psicólogo le miró con insistencia, y Kuea no pudo evitar recordar esos primeros días de años atrás, cuando estaba comenzando a ir y odiaba a Tul, porque Tul era un adulto desconocido. Además, le hacía preguntas tontas, sin sentido que no podía comprender y solía morderlo si perdía el control de sus propias emociones.
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MUÑEQUITO DE PORCELANA [LIANKUEA]
Fanfiction🌸 Kuea es sordomudo y Lian lo odia por eso. 🌸Parejas secundarias: NetJJ ZeeNunew 🌸 Temas oscuros y fuertes. 🌸 NO APTA PARA SENSIBLES. 🌸 Todos los créditos a @Hobibuba