MUÑEQUITO DE PORCELANA [LIANKUEA]

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Parte 2

Lian dejó salir un bufido al ver la llamada de Magic, pero sólo cortó, considerando seriamente bloquear su número.

La chica le llamaba cada día, con la esperanza de que contestara, con la esperanza de que pudieran verse para hablar sobre su relación, pero Lian siempre le decía que no, y ya no sabía cómo hacerlo para evitarla.

En especial ahora que sus padres sabían de lo ocurrido. Sus expresiones se volvieron heladas al enterarse de que ya no salía con la perfecta hija de los Radchapon. Insistieron unos días en saber el porqué, aunque no quedaron conformes con las palabras de ‹‹ya no la quiero››, que dijo Lian.

Wheein, por otro lado, le apoyó en todo, pero se sentía algo incómodo a su alrededor al saber que buscaba formas de declarársele a Kuea. Lian no tenía idea de cómo hablar de aquello con el chico tampoco, sin querer verse celoso, aunque por dentro moría por eso.

Soltó un suspiro bajo.

—Si sigues teniendo esa cara de idiota, voy a golpearte —dijo Zee, sentado en el asiento trasero del auto. Ambos estaban esperando a Nunew y Kuea.

Los únicos que parecían realmente felices eran Zee y Nunew, aunque el último poco lo demostraba. Dejaba que Zee le diera besitos sin reclamar y le abrazara de pronto. Incluso permitía que su novio le tomara la mano en todo momento.

—Eres un imbécil —se quejó Lian.

Antes de que Zee pudiera contestar, las puertas del auto fueron abiertas. Kuea se sentó en el asiento del copiloto, en tanto Nunew ingresaba atrás, junto a Zee.

Una nueva rutina fue establecida: cada vez que Nunew veía a Zee, debía darle un beso donde quisiera. Ese día, Nunew se inclinó, presionando sus labios contra los de Zee, y el chico se alejó con una sonrisa boba.

Kuea besó a Lian en la mejilla, feliz.

—¿Está todo bien? —preguntó Lian con algo de torpeza, aprendiendo el lenguaje de señas.

—¡Todo perfecto! —respondió Kuea, poniéndose el cinturón de seguridad—. ¿A dónde iremos? —dijo a continuación.

Lian encendió el auto, pidiéndole la libreta a Kuea, y el chico se la entregó. Lian se la dio a Zee, que la recibió para responderle porque su amigo estaba conduciendo.

Iremos cerca de D-Town, a una carrera de autos. 

De vez en cuando se juntan distintos grupos para competir entre ellos.

Nunew leyó la respuesta, frunciendo el ceño.

—¿Carreras de auto? ¿Cómo las que se ven en televisión?

Zee pareció un poco indeciso, porque no le dijo de eso a la mamá de Nunew, que le vigilaba más que nunca ya que ahora su hijo tenía un novio. De forma oficial. Además, ya tuvieron la conversación.

—Nada de sexo, Zee —le dijo Yuwon, mientras esperaba a Nunew para salir a comer helado—. Nada de propasarte con él. Nunew está recién aprendiendo a relacionarse con otras personas, así que no entiende bien todas esas sensaciones, ¿está claro? Sé que ustedes, los adolescentes, experimentan más temprano ciertas cosas, pero...

—Se lo prometo —balbuceó Zee, con las mejillas coloradas—. Yo no... Yo sé que Nunew es especial y sólo quiero hacerlo feliz.

—Por otro lado —Yuwon no parecía satisfecha, lo que hizo que Zee sudara más—, Nunew me ha dicho que aprendió que no decirme las cosas no es mentirme, sino omitir información.