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Parte 2

JJ miró la puerta de la casa con un gesto de indecisión, moviendo su pie de forma nerviosa, y Net le tomó la mano.

Aunque, contrario a muchas veces, JJ no se sintió confortado. No se sintió mejor, porque su cabeza era un hilo de pensamientos horribles que le afectaban más de lo que esperaba.

Net y Kuea abrazándose al salir de un salón, luego de que todos se hubieran ido. Net diciéndole a su mejor amigo que iban a tener que decirle a él algo tarde o temprano, ya que no podía seguir mintiéndole. 

¿Es que acaso ellos dos...?

JJ no quería imaginarlo. Estaba forzándose a pensar que le querían decir otra cosa y no que los dos estaban en una relación a escondidas.

El sólo creer que fuera cierto hacía que su mundo se derrumbara por completo.

—JeiJei —llamó Net su atención—, oye, ¿qué pasa? Has estado muy callado.

Parpadeó, volteándose hacia el mayor, y trató de que su rostro se mostrara algo más estable.

—No, no, es sólo que... yo estoy muy nervioso —quiso explicar, aunque era medio cierto—. La otra Pim Sujira no era... no me conocía, y que la de ahora sea me asusta mucho...

Net le dio un apretón en su mano, tirando de él para abrazarlo, así que JJ lo rodeó por la cintura y enterró el rostro en el hombro de su novio. Quería quedarse allí para siempre porque era el mejor lugar del mundo. Porque así no pensaba que Net podía estar engañándolo con su mejor amigo.

—Estarás bien, cariño —dijo Net, besándole la coronilla—, si esto no resulta, siempre me vas a tener a mí. Yo siempre estaré contigo, ¿lo sabes? Te amo mucho.

Su garganta ardió por el llanto contenido.

—¿Lo prometes? —preguntó, su tono algo más agudo de lo que realmente hubiera querido.

Net le sonrió. Se veía tan bonito cuando hacía eso.

—Lo prometo.

Y le gustaba mucho que le mintiera para hacerlo feliz.

Luego de varios segundos se bajó del auto, seguido del mayor, que le volvió a tomar la mano. Esta Pim Surija vivía casi fuera de la ciudad, en una periferia, en un barrio tranquilo y alejado del centro, del ruido excesivo. La casa se veía bien cuidada, pequeña pero cálida. 

Tragó saliva, caminando hacia la puerta, y tocó tres veces.

Ruido se escuchó desde el interior antes de que la puerta fuera abierta, y una niña de no más de diez años se asomó con una mirada curiosa.

—¿Síííííí? —preguntó con tono estridente.

—Ho-hola —balbuceó JJ—, yo... um... e-estoy buscando a Pim Sujira, ¿ella se encontrará?

La niña asintió.

—Sí, ¡mamá está preparando el almuerzo! —la niña ladeó la cabeza—. ¿Quién la busca?

JJ se quedó en blanco así que Net actuó primero, poniendo ahora una expresión encantadora. El menor siempre lo admiró mucho por ser capaz de eso, por llamar la atención sin esfuerzo alguno.

—Somos parte de World Vision —dijo Net como si nada—, somos una ONG de ayuda humanitaria y nos gustaría saber si tu mamá quisiera informarse sobre esto, ¿podrías traerla?

La niña lucía desconcertada y confundida, pero sólo asintió para correr hacia el interior de su casa. JJ se volteó hacia Net.

—¿World Vision? —farfulló.

MUÑEQUITO DE PORCELANA [LIANKUEA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora