MUÑEQUITO DE PORCELANA [LIANKUEA]

13

Parte 2

Lian sabía que tenía que terminar con Magic, después de todo, a estas alturas le quedó bastante claro que ella no le gustaba mucho. Que no le gustaba como novia, en realidad.

Pero tampoco sabía cómo hacerlo porque, bueno, Magic no era una chica que aceptaría un término simple. Ella querría motivos reales, de peso, con fundamento suficiente para acabar con esa relación que estaba destinada a un matrimonio.

Pensar en un matrimonio envió un escalofrío por su espina dorsal.

Matrimonio. Trabajo. Hijos. 

No, Lian no se sentía listo para ello.

Pero pronto sería mitad de año, y debería empezar a preparar sus postulaciones para la universidad. El tiempo se estaba acabando. Lian sólo quería volver a sentirse feliz como antes, aunque le asustaba decepcionar, una vez más, a sus padres.

Para la hora de almuerzo, observó a Kuea de reojo, tan hermoso y brillante como siempre. El chico estaba sonriendo ampliamente mientras JJ le hablaba, y una parte en su interior quería correr a abrazarlo, a darle un beso, a permanecer a su lado todo el tiempo.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Zee se sentó a su lado, enfurruñado y con los brazos cruzados.

—¿Ocurre algo? —preguntó, volviendo su vista al almuerzo.

—Nunew terminó conmigo —se quejó Zee—, este ha sido mi noviazgo más corto y no es justo.

—Ha sido tu único noviazgo —recordó Lian.

Zee parecía dispuesto a reclamar, sin embargo, Magic apareció en ese instante.

—No me esperaste, Li —reprochó Magic.

Se encogió de hombros, incómodo.

—Tenía hambre —fue su respuesta.

Magic arrugó el ceño, inconforme, pero no dijo cosa alguna mientras se sentaba a su lado. Zee soltó un bufido.

—¿Cómo puedo recuperar a Nunew? —le preguntó Zee a Lian, ignorando a la chica—. ¿Debería rapearle otra letra?

—Depende de qué letra vas a rapearle —contestó Lian.

—¿De qué estás hablando, Zee? —preguntó Magic con los labios arrugados—. ¿Sigues detrás de ese chico?

Ay, dios, no...

Lian podía sentir cómo un tic iba a aparecer en su rostro si esos dos se ponían a pelear, con él entremedio, como siempre solían hacer.

Zee se encogió de hombros.

—Somos novios —dijo Zee como si nada.

Magic se crispó, su expresión asqueada.

—¿Novios? No es gracioso —replicó ella—. Son dos chicos, eso no está bien. Dile algo, Lian.

Zee miró a su mejor amigo con curiosidad y su expresión algo desafiante, como si le estuviera retando a hablar sobre eso. 

Rascó su nuca.

—No nos metamos en su vida, Magic —le dijo con voz suave—, Zee ya es grande como para tomar sus propias decisiones.

—¡Decisiones! —la chica se obligó a bajar su tono—. ¡Salir con un chico es repulsivo, además de que Nunew es... bueno... raro!

Zee se puso de pie.

—Repítelo —gruñó hacia Magic, sin burla en su rostro—. Atrévete a repetirlo, mojigata aburrida.