Parte 1
Kuea tenía doce años cuando conoció a JJ.
Estaba jugando en el patio trasero de su casa, sentado sobre el césped mientras movía los autitos de juguete a su alrededor, chocándolos entre ellos y sonriendo por eso, cuando levantó la vista y vio a un chico asomando su cabeza por encima de la cerca.
Se sobresaltó, por supuesto, y agarró la campanita que su abuela le dejaba a su lado cuando jugaba y debía hacer sonar si ocurría algo urgente porque, bueno, él no podía gritar.
No debía gritar.
El ruido resonó en el patio mientras Kuea hacía sonar la campanita, y segundos después su abuela apareció con una expresión de preocupación en su rostro.
―¿Qué ocurre, príncipe? ―preguntó su abuelita.
Kuea señaló hacia la cerca, hacia el chico que seguía asomándose con una expresión de curiosidad.
Su abuela miró al muchacho, reconociéndolo como JJ, el vecino, y le sonrió con amabilidad. Kuea se puso de pie torpemente, ocultándose detrás de la mujer mayor con miedo.
―Hola JJ ―saludó su abuelita, tomando la mano de Kuea.
―Hola abu―respondió JJ con voz estridente―, ¿cómo está?
―Muy bien, ¿y tú, JJ?
―Aburrido ―dijo el niño, mirando a Kuea―, es verano y no tengo a nadie con quien jugar ―JJ siempre se había caracterizado por ser muy curioso, eso lo sabía todo el mundo―. ¿Quién es ese niño, abu?
Su abuelita le revolvió el cabello, tirando de Kuea hacia adelante, y el menor dio unos pasos con aspecto balbuceante, bajando la vista, temeroso.
―Es mi nieto, Kuea ―dijo su abuelita con orgullo―, ¿no es simpático, JJ?
―¡Sí! ―JJ sonrió mostrando sus dientes―. ¿Puedo jugar con él? ¡Prometo ser bueno, abu! ―luego, JJ bajó la voz―. Prometo no pegarle mi enfermedad, abuelita.
Haeri sintió su corazón apretándose ante las palabras del chiquillo de doce años, solo y sin amigos, sabiendo que JJ no tenía ningún amigo. Todos le hacían el quite ya que sabían que gustaba de los chicos y ningún padre quería que sus hijos estuvieran cerca de alguien así. A Haeri, honestamente, le daba pena ver a JJ tan solo, jugando siempre sin compañía alguna en la calle y viendo como el resto de los niños del lugar se reían de él.
JJ era sólo un niño, ¿cómo podían ser tan crueles?
Haeri miró a Kuea, que le devolvió la mirada, y le acarició la mejilla, haciéndole un gesto de que fuera a buscar su libreta con el lápiz que siempre cargaba. Kuea no dudó en hacerlo y, aprovechando el momento a solas, la mujer se giró hacia JJ, que la contemplaba con nervio.
―JeiJei ―le dijo, llamando su atención―, Kuea no es un niño como tú, ¿está bien? Ku no puede hablar ni escuchar ―aclaró ante su mirada―, así que no sé si quieres jugar con él.
JJ arrugó los labios.
―¿Por qué no querría? ―se encogió de hombros―. Está bien, me las ingeniaré, ¡debe ser divertido jugar con él!
La respuesta la dejó satisfecha.
Kuea volvió y su abuelita le escribió algo en la libreta.
Kuea, JJ quiere jugar, ¿quieres jugar con él?
El menor se tomó su tiempo para leerlo, porque todavía le costaba leer y comprender bien las palabras. Una vez acabó, miró a su abuelita y respondió con letra torpe, casi inentendible.

ESTÁS LEYENDO
MUÑEQUITO DE PORCELANA [LIANKUEA]
Fanfiction🌸 Kuea es sordomudo y Lian lo odia por eso. 🌸Parejas secundarias: NetJJ ZeeNunew 🌸 Temas oscuros y fuertes. 🌸 NO APTA PARA SENSIBLES. 🌸 Todos los créditos a @Hobibuba