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Parte 2

Nunew siempre fue muy reacio al contacto físico a menos que viniera de su mamá, pero cuando Zee le sostenía la mano, con sus dedos entrecruzados con los suyos, se sentía bien, aunque su estómago diera mil vueltas.

No entendía muy bien eso. Mamá le dijo que eso ocurría cuando estaba enamorado y Nunew pensaba que no quería sentirse enamorado para evitar esas situaciones, pero entonces Zee le miraba, le sonreía y... 

Y...

—¿Nunu? —Zee llamó y Nunew lo miró. Los dedos de su novio le dieron un apretón—, ¿pasa algo? Te noto distraído.

—Estaba pensando —dijo, su tono plano, bajo, pero Zee le escuchó sin problema alguno.

—Mmm... ¿y en qué pensabas? —preguntó Zee.

—En como aceleras mi corazón cuando sonríes —respondió.

Zee lo miró, color pintando su pálido rostro y a Nunew le costó entender qué pasó. ¿Acaso dijo algo malo?

—Eres muy lindo —murmuró Zee débilmente.

—¿De verdad?

—Eres lindo y adorable.

Antes de que Nunew pudiera echarse hacia atrás recibió un beso fugaz en sus labios, y pensó un instante en quejarse, pero pensó otra vez que esos besos se sentían muy bonitos. Cuando Zee lo abrazaba por la cintura con suavidad también se sentía bonito.

—Te quiero —le dijo Zee con cariño, deteniéndose, y Nunew se dio cuenta de que estaban fuera de la casa de Kuea.

Se sintió algo extraño y molesto consigo mismo, pues quería que esa caminata durara más para así estar con Zee, pero lo reprimió porque eso se le hacía extraño.

Zee lo agarró de la barbilla para levantar su mirada y que así se observaran a los ojos.

—¿Tú me quieres? —le preguntó su novio, y Nunew se estremeció.

No entendía con claridad ese concepto de querer. Mamá se lo trató de explicar muchas veces, sin embargo, todavía no lo entendía muy bien. 

—Sí —dijo apenas, de pronto retrayéndose.

Pero Zee le sonrió, dándole otro beso suave luego de empujarlo hacia él, así que Nunew lo aceptó.

Zee se sentía bien.

—¿Hasta qué hora te dio permiso tu mamá, bebé?

También se sentía bien cuando le decía apodos cariñosos. Nunew trataba de hacer lo mismo, de demostrarle cuán importante era para él, pero tenía que esforzarse mucho y eso provocaba que se pusiera ansioso y entonces se estresaba y...

—A mediodía —barboteó apenas.

Zee asintió.

—Pasaré a buscarte a esa hora, así que espérame, ¿bueno?

—Está bien, gatito bonito —farfulló, nervioso.

Su novio sonrió, mostrando sus encías, sus ojos arrugándose, y Nunew pensaba que era muy, muy bonito.

Zee le dio otro beso y Nunew se marchó hacia la casa de Kuea, despidiéndose del mayor, para luego tocar la puerta. Su amigo lo invitó a quedarse a dormir junto a JJ y su mamá le dio permiso, así que ahora estaba allí.

La mamá de Kuea le abrió, invitándolo a pasar y diciéndole que los chicos estaban en el cuarto de su hijo. Después de saludar a todas las personas de allí subió al segundo piso, tocando la puerta.

MUÑEQUITO DE PORCELANA [LIANKUEA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora