³⁵

1.1K 139 28
                                    

Febrero, 2022

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Febrero, 2022

Dos días después de la improvisada boda, Enzo tuvo que volar de vuelta a España, pues las grabaciones seguían de pie, por lo que Alex e Isaac se quedaron en Italia, la castaña no quería separarse de su abuela y el niño no queria dejar sola a su madre.

En ese momento ambos se encontraban en la habitación de su abuela, limpiando.

Jamás abandone de Laura Pausini sonaba en la bocina que la italiana había llevado para poner ambiente, aunque su idea de ambiente era cantar canciones que la harían sufrir.

Si bien, tenían personas que se encargaban de la limpieza, todos en la casa sabían que era el último día, asi que la chica prefería ser ella la ultima en tocar las cosas dentro de aquel cuarto lleno de recuerdos con sus abuelos.

—Y ahora se, sin duda cuánta fantasía, demanda el alejarse solo vuelves si te vas un día.
De nuevo yo, de nuevo tu, siempre evitándonos a oscuras y al final se ve la luz.
Se ve la luz.
Yo jamás deje de quererte a ti, yo jamás pude negarme a ti, jamás abandone —Cantaba mientras acomodaba la ropa doblada en los cajones.

—¿Qué le pasa a tu madre? —Pregunto en un susurró la francesa a su nieto que se encogió de hombros.

—Se fue papá.

La respuesta del niño fue la risa de la anciana y la sonrisa ladeada de su madre.

Una vez que la castaña termino de limpiar se acercó a la cama de su abuela y se sentó ahí abrazando a su hijo, admirando el rostro de su abuela, que aún cansado no dejaba de verse bien.

—Linda, ¿puedes quedarte hoy conmigo?

—Todo el tiempo que quieras.

El resto del día lo pasaron ahí, los tres y en momentos la demás familia iba a ver a la señora para ver su estado, pero aún con la sonrisa en el rostro, los ojos cansados de la Leblanc lo decían todo.

—¿Cómo lo conociste?

—Fue en una fiesta, cuando Emma me obligó a acompañarla a conocer a su novio virtual y nos fuimos de fiesta cuando ella quedó decepcionada de él.

—Tipico de ella, pero ¿qué más?

—Estaba bailando y lo ví sentado solo, así que me acerque a él y comenzamos a platicar, terminamos bailando una que otra canción, quedé muy borracha y lo último que supe es que amanecimos desnudos en un hotel y me fui antes de que él despertara.

La risa de su abuela calentó el corazón de la Bianchi que trataba de sacar fuerza de todos lados para no llorar por su viejita.

—Eres todo un caso, niña.

—¿Qué? No puedes juzgarme, soy una figura pública, tenía veintiuno y mucho miedo, claramente mi única opción fue escapar.

—¿Qué nombre le diste al conocerlo? —Al no escuchar respuesta alguna la mayor abrió la boca con sopresa —¿Te acostaste con él sin saber sus nombres?

IGUAL QUE UN ÁNGEL || Enzo Vogrincic ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora