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Alex escucho el timbre de su casa y con un suspiro puso pausa a su película esperando con ansias que atrás de la puerta se encuentren los chicos y no algún extraño

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Alex escucho el timbre de su casa y con un suspiro puso pausa a su película esperando con ansias que atrás de la puerta se encuentren los chicos y no algún extraño.

-Si me se la de manifestar -Dijo la chica en cuando topo de frente con el rostro de Matías -Wow, Mati, de cerca eres aún más feo.

Las risas no hicieron falta, pero cesaron rápido ante la seriedad de la chica.

-¿Estás enojada?

-No, Mati, pasa.

El chico ni lo pensó dos veces, prefirió no tentar su suerte y se metió dentro de la casa dejando afuera a sus amigos.

-Che ¿por qué dejaste pasar a Matías?

-Porque le dije feo y no me dijo nada.

-Dale, decime feo

-¿Qué no ya lo sabías?

A pesar de las risas de los chicos Alex dejo pasar a Juani, pero si alguien más volvía a preguntarle porque lo dejo pasar, dejaba a todos afuera.

-Hey, pequeño diablo, ¿por qué llegas a hasta ahorita?

-Mamá, toma. -El mismo dulce que Blas y Pipe le habían dado a Isaac, esté se lo entrego a su madre en una ofrenda de paz.

-No evadas la pregunta. -Dijo mientras tomaba a su hijo en brazos y entraba a la casa. -El último cierra.

Como si fuera de vida o muerte lo chicos se metieron a empujones para no ser el último, lastima para Santi, pero como este no es tonto, jalo a Fran para quedar ambos al final y entre los dos cerraron la puerta con mucha delicadeza.

Mientras en el comedor ya se encontraban dos argentinos sentados esperando por los demás, que apenas llegaron también buscaron donde sentarse.

-Alguno de ustedes se va a tener que cambiar de silla.

-¿Por?

-Si Isaac no puede comer, ¿le van a ayudar?

Matías y Juani no lo pensaron mucho y se cambiaron de silla para no sufrir la realidad de ser madre, Enzo por su parte aprovecho que Matías se había recorrido dos sillas para sentarse antes que él y dejarle la otra silla a Alex.

Y aunque el argentino se quejo, el uruguayo no le puso la más mínima atención, del otro lado de Isaac, Fran aprovecho también que Juani se quitó para sentarse junto al niño.

-¡Oye!, ahí voy yo -Alego Juani, pero Fran ni caso le hizo por saludar a Isaac.

-Hola, Gordi.

-Hola, Frani.

-Para la siguiente vez que lleguen aunque sea cinco minutos tarde ni toquen el timbre.

Después de un mini regaño por parte de la anfitriona los chicos le entraron duro a la comida.

IGUAL QUE UN ÁNGEL || Enzo Vogrincic ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora