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Alex ya estaba harta de tanto ruido, el día apenas había iniciado y ya estaba hasta la madre de todo el escándalo de los chicos

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Alex ya estaba harta de tanto ruido, el día apenas había iniciado y ya estaba hasta la madre de todo el escándalo de los chicos.

Eran las nueve de la mañana, se había levantado desde las siete para preparar el desayuno y después levantó a los chicos, quienes andaban un poco de mal humor por la resaca que tenían, excepto Matías, Blas, Paula y Enzo ellos eran los más felices de todos.

Gracias a ese mal humor se quejaban por cualquier cosa.

-Va a gritar -Le susurró Isaac a Enzo que lo miro confundido hasta que...

-¡YA CON UN DEMONIO!

Todos en la mesa saltaron en su asiento ante el grito de Alex, menos Isaac que ya conocía a su madre.

-Estamos desayunando, nadie les dijo que bebieran alcohol como si fuera agua, ya cállense.

Como si la italiana fuera maga, lo que siguió de desayuno fue en completo silencio, los chicos casi casi dejaban de respirara para no perturbar la paz de la castaña.

Después de una caótica mañana Alex les explicó a los chicos que se iban a ir ellos en un autobús y ella se iría en su camioneta para pasar antes al veterinario con sus nuevas mascotas

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Después de una caótica mañana Alex les explicó a los chicos que se iban a ir ellos en un autobús y ella se iría en su camioneta para pasar antes al veterinario con sus nuevas mascotas.

-Si, Matias, si puedes ir conmigo. -Le dijo al chico cuando vio que entre todos los jóvenes alzaba la mano para hacerse notar.

Los demás al escuchar eso también alzaron la mano por lo que Alex suspiro -Hay asiento para cuatro personas más sin contar el copiloto.

IGUAL QUE UN ÁNGEL || Enzo Vogrincic ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora