𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐂𝐓 || Maze Runner Fanfic

Cuentos

Capítulo. 11

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Una semana después los chicos habían vuelto a una vieja costumbre que tenían según lo que Chuck le dijo, contar historias alrededor de la fogata.

La chica se sentó junto a Chuck y Newt mientras el resto de los habitantes comían y conversaban entre ellos ambientando el lugar para escuchar con atención las historias.

La regla era que los que hablen debían inventarse uno, nada de los cuentos tradicionales.

Ella cayó en cuenta de algo, no recordaba cuentos infantiles. Las lagunas de su memoria seguían siendo muchas.

—La mía es de un chico que se perdió en el desierto —dijo Newt llamando la atención de todos—. Estaba muy cansado y sediento por caminar durante días en el desierto, preguntándose cómo miertero fue que seguía vivo. Hasta que un día vio a lo lejos un manantial, un río de agua con árboles, se veía fresco y fue a él pensando que se salvaría, aunque la parte lógica de su cerebro le decía que era muy extraño ver algo como eso en un desierto.

Caroline sintió una mirada, la busco y se encontró a Minho virando la cara, lo miró por un momento hasta que Will la sacó de su pequeño transe.

—Estaba delirando?

—Si Will, delirando, loquito por la insolación —el rubio suspiro y continuó—. Caminó y caminó por muchos días pensando que llegaría al paraíso, pero parecía que cada paso que daba hacía que se alejara del agua, hasta que finalmente se rindió y se tiró en la arena esperando su muerte. Al despertar escuchó un murmullo, el sonido del agua corriendo como un río, se levantó y vio que había llegado al paraíso, pudo beber agua y refrescarse, le pareció que era un día glorioso y que finalmente podría salir de ese maldito desierto.

Newt se quedó en silencio. Caroline vio como algo cruzaba por su mente, tal vez una idea o un recuerdo.

Ella no lo sabría.

—Continuó caminando sin rumbo fijo después de ese descanso, se sentía renovado, capaz de lograr todo lo que propusiera, aunque lo único que se propuso fue salir de ese lugar. Recorrió mucho camino hasta que vio una ciudad a lo lejos, continuo y continuo. Por fin lo logró y salió de ese lugar. Conoció muchas personas que lo ayudaron a dejar de pensar en ese desierto y pudo hacer amigos... tuvo una familia y ahora es... libre del desierto.

Newt terminó su relato y vio al piso, sus ojos se veían tristes, nadie dijo algo.

El rubio trago y vio a Caroline.

—¿Y tú Carol? ¿Alguna historia?

—Amm no...

—¡Por favor! —pidió Chuck a su lado juntando sus manos, tenía las mejillas rosadas—. ¡Por favor!

—Bien.. está bien —dijo acariciando su mejilla, se veía muy dulce—. Déjame pensar en algo...

» Existían dos chicos, uno fuerte y grande, alto, muy alto, y otro, uno un poco más pequeño, menos fuerte, pero igual de valiente que el otro —comenzó, Chuck se acostó en sus piernas viendo el cielo y ella comenzó a peinarlo—. Un día fueron ambos a recorrer el bosque, el menor se adelantó apurado, ansioso por encontrar nuevas maravillas, el mayor le dijo que debía ser paciente, que correr no era la única manera en la que podría disfrutar las cosas de la vida. Siempre era sabio, pero no siempre era escuchado. El menor solo lo vio y siguió con su camino, corriendo sintiéndose libre, esperando encontrar una nueva aventura.

El hermano mayor lo vio con una sonrisa desde lejos, sabía lo que su hermano buscaba, porque se veía en él a su edad. De pronto, en medio de la tranquilidad del bosque, del murmullo de las aves y el viento, vio una sombra negra acechando en la oscuridad, iba tras el niño. Lo llamó, el niño no lo escuchó, seguía perdido en su mundo de fantasía. Fue tras él, pero la sombra parecía ser más rápida, tanto que llegó al niño. Lo hizo caer y se desmayó.