𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐂𝐓 || Maze Runner Fanfic

Las velas

Capítulo. 47
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Pov Minho.

El Líder de los Corredores era resiliente, pero a veces quería pegarse un tiro o más bien dejarse caer por el acantilado.

Y este era el caso.

Aunque hacer eso significaba morir y no tener más besos, ni abrazos, ni caricias por parte de su Caroline. Además, le aterraba la idea de que ella se pudiera enamorar de otro. Asique mejor se calmaba.

El recorrido era nefasto.

Y la castaña no lo tomó muy bien.

Ambos estaban molestos, casi desilusionados mientras seguían buscando.

Entrar al laberinto y correr dispuestos a encontrar algo, para toparse con nada. Era demasiado estúpido y cansado. Sentían que en realidad no hacían nada. Y ellos odiaban eso.

El laberinto seguía igual y tampoco encontraban la forma de usar el código, sin embargo, el recorrido había servido para ella.

Cruzaron un pasillo y escucharon esos sonidos metálicos. Los penitentes estaban saliendo de sus escondites en el laberinto, corriendo hacia el Área.

La tomó del brazo con fuerza cuando esos sonidos se hicieron demasiado cercanos y buscó esconderse con ella. La criatura pasó de largo y ellos se vieron a los ojos en silencio. Esperando que ese haya sido el único monstruo rondando. No queriendo morir por el otro.

La primera noche en la que se quedaron, los penitentes solo pasaban de largo ante sus presencias. Como si no les importara ellos.

Pero esta vez no pasó.

Siguieron con su camino, hasta que uno de los penitentes paró frente a ellos.

No se enroscó para seguir su trayecto. No los ignoro. No tomo otro camino.

Los estudió y se lanzó hacia ellos.

—MIERDA! MIERDA!

La jalo a él y corrieron de nuevo. Más rápido. Escapando de nuevo del maldito penitente. No se quería separar de ella, pero esa cosa no los dejaba en paz. Y si quería que ella estuviera bien... debía estar lejos del penitente.

Le gritó demasiadas veces que lo deje atrás, que se separen. Pero no le hizo caso.

Su chica nunca le hacía caso, a menos que le conviniera a ella.

—¡VETE!! —apretó la lanza con fuerza.

—Deja... de hablar... y... Y CORRE!!

El penitente seguía detrás de ellos, acechándolos. Gruñendo cada vez más cerca.

Minho odio revivir aquel miedo que lo atrapó cuando ella entró al laberinto la primera vez. Todo por pensar que la podría perder.

Estaban demasiado lejos del acantilado para llevarlo como la última vez, así que sólo trataba de buscar alguna salida en su mente. Entonces Coral comenzó a correr en otra dirección y él la siguió por inercia, no queriendo separarse de ella con la criatura pisándole los talones.

Pronto reconoció las paredes a su alrededor.

—Voy... bien?

Ambos se vieron a pesar de tener a la muerte detrás de ellos y asintieron para correr más rápido, en sincronía. El pasillo al que llegaron terminaba en un callejón sin salida. Ellos pararon jadeando, escuchando al monstruo acercarse.