𝐏𝐑𝐎𝐓𝐄𝐂𝐓 || Maze Runner Fanfic

No estaba sola

Capítulo. 12

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Por la tarde estaba caminando por el Claro, era uno de sus descansos e ir por aquí y por allá le resultaba agradable.

A lo lejos vio a Alby con un arco y flecha, practicando.

—Hola Alby.

—Carol —dijo bajando el arma—. ¿Dime? ¿Me buscabas?

—Ammm nono, solo te vi... puedo verte? No hago ruido —sonrió inocente.

—Está bien, me viene bien algo de compañía silenciosa.

Vio a Alby sostener el arco con fuerza, la flecha estaba perfectamente posicionada mientras apuntaba a un punto fijo.

La lanzó después de un suspiro y dio en el blanco.

Caroline alzó las cejas sorprendida.

Alby la vio y sonrió orgulloso.

Lo vio hacer lo mismo durante cinco intentos, todos dando en el blanco. Pronto quiso intentarlo.

—¿Puedo hacerlo yo? —dijo acercándose más a él.

—¿Por? —enarco una ceja

—Quiero intentarlo.

Alby la estudio. Luego le dio el arco y una flecha en silencio.

Caroline trató de posicionarse igual que lo había hecho el chico, pero al parecer estaba mal porque Alby se acercó para ubicarla.

—Ponte recta, sujeta el arco con fuerza.. y debes jalar la cuerda, pero no demasiado o si no la romperás y no quieres dañar mi arco —dijo divertido, ella le sonrió—. Mantén la mirada en tu objetivo, no veas nada más y concentrarte.

—Tú suspiraste antes de lanzar la flecha —dijo viendo su objetivo, un punto dentro de una diana de tiro improvisada.

—Porque estaba pensando qué sería de mí si ese objetivo buscará atacar a uno de ustedes o a mí.

La castaña asintió amargamente.

Respiro profundo y soltó la flecha, dio en la franja azul.

Alby silbo— Bien, ese fue un buen inicio.

—¿Puedo intentarlo otra vez?

—¿Terminaste tu trabajo?

—Es mi descanso.

—Y ya comiste?

—Terminé un sándwich hace un momento.

—¿Tomaste agua?

—Ya me acabé una botella.

—Está bien.

Caroline sonrió y continuó disparando hasta que las flechas se le acabaron y tuvo que ir por ellas.

Tres en la franja azul, dos en la amarilla.

—Toma —Alby le extendió la daga cuando llegó a él—. No había tenido la oportunidad de dártelo.

Ella la tomó en sus manos y la examinó. Pudo haber hecho más si no hubiera sido tan confiada y miedosa.

—Si estás pensando lo que creo que estás pensando, será mejor que dejes de pensarlo.

Caroline rio— Y eso? ¿Qué es? ¿Un trabalenguas?

—Una orden Caroline —dijo serio sentándose en el tronco—. Ese garlopo solo fue un estúpido pedazo de plopus que sabía perfectamente lo que le esperaba al pensarlo.