Labyrinth | Emiliano Martínez

Capítulo XXXII

Milagrosamente apruebo el final de Arreglos para Ensamble II. Nota: cuatro. Salgo del aula y comienzo a saltar de la alegría. Brisa se ríe y salta conmigo. Salimos de la universidad y, al ser las 15:00, decidimos ir a tomar un café a la cafetería a la que siempre vamos que está al otro lado del Darsena Sur.

– ¿Qué hiciste la semana pasada en Birmingham? –pregunta mi amiga una vez que la moza nos trae nuestro pedido.

– Fui a ver a Emi –digo antes de comenzar a tomar mi frapuccino.

– "A ver a Emi"... ¿Emiliano?

– Sí, Emiliano.

– ¿Por qué estás sonriendo?

– No estoy sonriendo.

– Boluda, lo nombraste y se te hizo una sonrisa de oreja a oreja.

– No digas boludeces, Bri.

– Mica, se lo que veo. Y sé que estás enamorada de él. Así que decime, ¿qué fuiste a hacer a Birmingham?

– ¿Sabés algo?

– Que te tomaste un avión. Nada más.

– El... seis vino Luciano a casa y me pidió ser la novia. A pesar de entrar en pánico, le dije que sí. Pero no sabía que ese pánico estaba más relacionado con no estar con Emiliano que con simplemente estar de novia. Llamé a Julián pidiéndole el número de Emi, me dijo que no me lo iba a dar, pero sí plata para un boleto de avión para ir a verlo. Necesitaba hablar con él. Al otro día volé a Birmingham, conocí a la prometida, hablé con él, lloré como una boluda, me dijo lo que sentía por mí.

– ¡Ay!, me muero de la ternura –dice emocionada.

– Me dijo que le pidió a papá que no lo vuelva a convocar a la selección para no volver a cruzarse conmigo.

– No se si es adorable u odiable por decir eso –dice cambiando sus facciones de felicidad a desencanto.

– Yo tampoco –digo, lo que provoca risas de parte de mi amiga–. Bueno, le mostré las canciones, dejó a la prometida-

– ¿Dejó a la prometida?

– Dejó a la prometida –digo afirmando con la cabeza.

– No puede ser.

– Te lo juro. Recorrí la ciudad, me llevó a merendar y a comprar un poco de ropa ya que solo tenía una muda de ropa en la mochila de lo rápido que salí, mi vieja me cagó a pedo por no estar acá estudiando para el final, así que preparé el final, fui a ver el partido del Aston Villa contra el United, fuimos a cenar con Muri y Licha, charlamos sobre nosotros, nos pusimos de novios-

– ¿Se pusieron de novios? –pregunta mi amiga completamente emocionada.

– No te emociones mucho, espera que te termine de contar. Nos pusimos de novios, le dije que él fue mi primera vez-

– ¿Y qué dijo?

– Al principio pensó que le mentía, pero después se propuso a compensarme.

– ¿Lo hizo?

– El martes. Fuimos a pasar el día a Londres porque al otro día salía mi avión de regreso.

– ¿Lo compensó con turismo? –pregunta casi decepcionada.

– No, boluda. Se puso la diez una vez que llegamos al hotel.

– Así me gusta que se comporte nuestro arquero –dice antes de tomar su último sorbo de café–. Pará, porque me quedé corta de info. ¿Y Luciano?