Mientras dormía plácidamente, fui sacudida por el repentino freno del carruaje, seguido del sonido de pasos fuera de él. Mis párpados se entreabrieron con curiosidad para encontrarme con la figura de Aric descendiendo del carruaje, seguido de cerca por una empleada del castillo que se acercó para ofrecernos ayuda tanto a la reina como a mí.
Una vez fuera del carruaje, la reina, con su porte majestuoso, comentó: -El deber de un rey nunca termina-, mientras observaba a su hijo alejarse con rumbo al palacio. -Bien, vamos nosotras, también tenemos asuntos que atender-, agregó, guiándome con paso tranquilo hacia el imponente palacio, que parecía triplicar en tamaño al de Dawnridge.
Al entrar, me encontré rodeada de cuadros que adornaban las paredes, retratando a los antepasados del rey en todas sus glorias.
La reina detuvo su paso frente a una imponente puerta y anunció: -Hemos decidido que antes de conocer a tu prometido, te familiarices con el palacio. Te enseñaremos sobre nuestra cultura y normas para que no te sientas ajena- me dirigió una cálida sonrisa antes de abrir la puerta. Tras ella, se reveló una acogedora sala de té, donde una anciana de cabellos plateados y rostro arrugado estaba sentada a la mesa.
La señora de cabellos plateados y arrugas profundas nos recibió con una sonrisa amable, y la reina se adelantó para presentarme.
-Esta es Lady Evelyn, una de las consejeras más sabias de nuestro reino- anunció la reina con respeto.
Lady Evelyn asintió con cortesía y extendió una mano arrugada hacia mí. -Es un placer conocerte, joven dama. Estoy aquí para ayudarte en todo lo que necesites durante tu estancia en el palacio- dijo con voz suave y reconfortante.
Me senté a su lado, mientras la reina y la señora de cabellos plateados conversaban en voz baja sobre los próximos pasos a seguir. Me sentí abrumada por las pequeñas cosas que logré escuchar.
Una vez terminada la pequeña reunión, la reina comenzó a levantarse mientras hablaba: -Bien, Lady Evelyn te enseñará estos meses. Estás en sus manos, no te frustres, ve a tu tiempo. Nos vemos dentro de tres meses-, me sonrió.
Quedé aturdida por lo último. ¿Tres meses? Pensé que vivía aquí. Me tendré que quedar con el pulgoso de Aric, ¡qué horror!
-Pero su majestad, ¿usted no vive aquí?- Ambas damas presentes soltaron una pequeña risilla.
-No, querida, desde la muerte de mi esposo, abandoné el castillo. Aric es algo especial, así que le di su espacio-, hizo una pausa. -Estarás bien, no te preocupes. Cualquier asunto, háblalo con Lady Evelyn. Las dejo para que se conozcan-, saludó y salió del salón de té.
La sonrisa de la señora se desvaneció y comenzó a verme con el ceño fruncido, como si me estuviera analizando. Estuvo un buen rato así.
-Por lo que veo, no eres muy agraciada-, soltó de repente, un puñal a mi orgullo. -Tienes una brusquedad para agarrar las cosas. Lo único que rescato de tus modales es tu postura- dijo con asco y un toque de gracia.
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Lazos de Luna
WerewolfLazos de Luna Un mundo dividido por antiguas rivalidades y secretos ancestrales. En este épico relato, seguimos los pasos de Emily, una joven cuya vida cambia drásticamente cuando se convierte en un peón en el juego de poder entre los reinos de Dawn...