El eco de las palabras de Helena seguía resonando en mi cabeza cuando salí de la biblioteca. ¿Cómo podía haberme dejado llevar por sus insinuaciones? Mi corazón latía con fuerza, una mezcla de confusión y un creciente malestar. Todo lo que me había dicho, desde su relación con Aric hasta la "Vigilia del Vínculo Lunar", me revolvía por dentro. Pero lo que más me perturbaba era la manera en que lo había dejado caer, como si no fuera gran cosa. Como si solo fuera otro pequeño detalle en la vida de alguien tan insignificante como yo.Respiré hondo, intentando calmarme mientras caminaba por los pasillos del castillo, con la mente completamente perdida en las revelaciones de Helena. Las antorchas en las paredes emitían una luz suave, pero sus sombras parecían alargarse y moverse de forma siniestra a mi alrededor. Sentía como si todo el castillo se estuviera cerrando sobre mí. **Ella fue su pareja antes que yo.** Las palabras de Helena me taladraban la mente.
Sin darme cuenta, mis pasos me llevaron cerca de la Cámara de los Lores. El sonido de voces elevadas llamó mi atención. No era mi intención escuchar, pero algo me detuvo justo en la entrada. Al principio, no distinguí bien lo que se decía, pero una voz conocida cortó el aire con autoridad.
La voz de Aric.
Mi corazón dio un vuelco. No debería estar aquí, no debería escuchar, pero algo en mí no pudo detenerse. Me acerqué, manteniéndome en las sombras, justo fuera de su vista. **“No es correcto,”** me repetía a mí misma, pero mis pies no se movían. Entonces, lo escuché con claridad.
—No fue por gusto —dijo Aric, su voz firme y cortante. Sentí una sacudida en mi pecho.
El silencio que siguió hizo que el aire en la sala se volviera tenso, pesado. Yo misma contuve la respiración, esperando el siguiente golpe.
—Pero fue por necesidad —continuó, y mi estómago se retorció—. Mi deber como rey no es para mí mismo, sino para mi pueblo. Mi responsabilidad es proveer un heredero, y Emily será mi reina, no porque yo lo desee, sino porque el reino lo exige.
Una ráfaga de frío recorrió mi cuerpo. Me quedé inmóvil, incapaz de procesar lo que acababa de oír. **No porque yo lo desee…** Las palabras se repetían en mi mente, como un eco distante pero devastador. Sentí como si el suelo bajo mis pies se abriera, dejándome caer en un abismo oscuro.
**"No porque yo lo desee…"**
Todo el aire pareció desaparecer de mis pulmones. Me quedé allí, paralizada, con el pecho apretado, tratando de comprender lo que acababa de escuchar. Durante tanto tiempo me había aferrado a la idea de que, a pesar de todo, había algo genuino entre nosotros. A pesar de las imposiciones, de las presiones, había creído que había algo más profundo en lo que compartíamos. Pero ahora...
Aric no me deseaba. No me amaba. Solo me necesitaba por lo que yo representaba.
El castillo, que antes me parecía un lugar lleno de historias, ahora me parecía frío y extraño, como si cada piedra, cada pared supiera que no pertenecía aquí. Todo lo que había sentido, todas las dudas que había reprimido, ahora brotaban como una herida abierta.
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Lazos de Luna
WerewolfLazos de Luna Un mundo dividido por antiguas rivalidades y secretos ancestrales. En este épico relato, seguimos los pasos de Emily, una joven cuya vida cambia drásticamente cuando se convierte en un peón en el juego de poder entre los reinos de Dawn...