Aclaraciones: la portada e imágenes adjuntas me pertenecen.
Avisos: capítulo fuerte, sangre, vísceras, desmembramientos, cadáveres, canibalismo, etc.
。・ 。 宿儺 。・ 。
—No me importa si el mundo acaba hoy. Ni siquiera me han invitado. Si fuera por esos viejos...
El cuerpo de Yuji caminó hasta Uraume y lo levantó a pulso contra la pared, el hombre tosía sangre y respiraba costosamente mientras intentaba sanar sus heridas.
—¿Qué..? —iba a preguntar pero Sukuna había posado un dedo sobre sus labios.
—Shhh... No interrumpas, no hay tiempo —ordenó, mostrando una amplia sonrisa—. Has sido un buen sirviente todos estos años, Uraume. Pero te avisé de que no metieras las narices donde no debías.
—¿Amo?
Sukuna soltó al hechicero, que cayó de rodillas al suelo y le dio la espalda, caminando a la mitad de la habitación. El hechizo ha surtido efecto, esos cuatro ojos rojos lo confirman. El demonio siente el poder recorrer su joven cuerpo, de los pies a la cabeza una agradable descarga eléctrica que pide ser liberada. Quiere ser uno con la batalla.
—¡Lo lamento! —grita Uraume, clavando la cabeza en el suelo a modo de disculpa—. ¡Aceptaré el castigo que sea, Amo!
La maldición reencarnada se frotaba la barbilla, pensativa. La curvatura de su sonrisa se amplía tremendamente ante una siniestra idea que se cruza por su mente.
—Oh, claro que lo harás.
Sukuna se quedó en silencio y alzó las manos. Juntó sus dedos, formando un sello que vaticinaba el final de todo.
—Expansión de dominio. Relicario Demoníaco.
Un vacío oscuro se cernió sobre el sirviente, que contempló horrorizado como un santuario budista se alzó ante él, una pila de cadáveres decoraban la ladera de la construcción. El tintineo de una suave campana de viento replicó en eco hasta sus oídos.
Uraume alzó sus manos hacia Sukuna, pero no lo alcanzó, pues a medida que avanzaba sus dedos iban siendo cortados en pedazos hasta caer sobre el charco de sangre que decoraba todo el suelo de aquel área innata. Gritos de dolor hasta que su cuerpo entero fue cercenado en pedazos perfectamente geométricos, su existencia se apagó de un segundo a otro. Toda una vida dedicada a su Amo, que acabó castigándolo por su impertinencia. Aún así, los últimos pensamientos de Uraume no fueron de pesar, se marchó feliz por haberlo servido.
—¿No es maravilloso? —dijo en voz alta y hablando ahora solo—. La agradable agonía que vamos a provocar.
Sukuna solo reía ante esto. Y así extendió su dominio hasta el borde del velo que se alzaba en torno al castillo, trescientos metros, el límite de su poder. Suficiente, pensó. Pronto el sonido de madera crujiendo llegó a sus oídos, incluso el dolor de miles de astillas clavadas en su piel pero que sanaba tan rápido que ni cuenta se daba, era placentero.
El demonio caminó entre el suelo de madera rajado, las columnas de madera derrumbándose, el tejado resquebrajándose, muebles rotos, y las cientos de voces agonizantes, profundamente horrorizadas, cuerpos siendo cortados en pedazos, miembros amputados, todo se volvió rojo. Aquello le recordó a un campo de batalla. Y era glorioso.
—¡Bienvenidos al tiempo de la locura! —gritó a los cuatro vientos aunque su voz se ensordeció por un tejado desmoronándose a su espalda. Sukuna extendió sus brazos y luego se inclinó haciendo una reverencia a su público, los cientos de cadáveres que yacían frente a él. Como si todo aquello fuera una retorcida obra de teatro y él el actor protagonista.
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Run, little boy (SukuIta)
ФанфикYuji, del clan Itadori, es elegido por el emperador para ser su aprendiz y próximo sucesor. Nunca ha creído en las cosas sobrenaturales, pero tal vez es el momento de hacerlo. Sukuna x Itadori (+18 gore, sexo, palabras vulgares, sangre y heridas, c...