La niña demonio no sabía qué pensar, habian pasado tantas cosas que la dejaron confusa, sabía que aquel tipo sería el rey de los piratas, a simple vista solo parecía un joven con mucha emoción, llamaba la atención de manera sorprendente, pero sería el rey de los piratas, no se llega a ese título solo por desearlo, al final el mar le enseñara la brutalidad del mismo, con esto pensó que era bastante probable que mostrara interés en ella, después de todo su habilidad era única, pero, era probable que la abandonara después de cumplir su objetivo, era seguro que la buscara cuando ya tuviera gran renombre, para poder lidiar un poco con los marines aunque le sería molesto y tedioso, pero, se había enfrentado a un Yonkou solo por su nakama, ¿había siquiera una mínima posibilidad de que hiciera lo mismo por ella? Pensando críticamente no lo creia, pero su corazón lo deseaba.
Bigmon, la emperatriz del mar, estaba molesta, ¡Alguien se había atrevido a burlarse de ella! sin duda cuando supiera quién es lo aplastaria y lo haría pedazos, aunque significaba volver a aliarse con Kaido, quien tenía bastantes motivos para querer lo mismo.
Judge, líder del germa estaba impotente, ¿que significaba todo aquello? ¿Bigmon los había traicionado? ¿El inutil de su hijo la había salvado? Apretó sus puños con rabia, unas lágrimas se le escaparon. ¡Maldición!
Ichiji miró a su padre, —Patético. —Le dijo con toda la indiferencia del mundo, no entendía porque se ponía así, sin duda su padre le decepcionaba. ¿Porque no aceptaba la verdad y ya? Inutil.
Reiju sonrió complacida al ver la cara de su progenitor, no le sentaba mal recibir algo de su propia medicina.
Bege no sabía que pensar en todo aquello, al parecer se había afiliado a Bigmon, aquello, por lo que se veía no iba a durar mucho, ¿tal vez si hablaba con ese capitán su futuro sería más próspero?
El líder de la armada revolucionaria estaba orgulloso, su hijo se estaba labrando un camino donde estaría rodeado de personas.
Cualquiera pensaría -más específicamente los piratas de bajo nivel- que los miembros de la tripulación miraron con odio a el cocinero, después de todo lo que había hecho era un gran insulto a todos ellos, y sobre todo al capitán, pero lejos de la realidad estaban, Zoro y Jimbei aceptaron la situación, aunque algo sorprendidos, no iban a recriminar las decisiones de su capitán, además la situación fue más complicada que simplemente abandonar la tripulación así que entendían a Sanji. Aún más, cuando el que tenía altas probabilidades de serlo -pensaba Zoro- hablaba tan animadamente con él, tratando de hacer feliz al rubio con éxito total.
Por otro lado, Morgans teorizaba quien sería aquella mujer que había aparecido, borrosa, pero estaba a fin de cuentas.
Una mano maltratada se alza con debilidad, la chica va hacia ella en una especie de scooter, estirándose para rescatar al cuerpo tirado. Pero un bastón aparta la mano del cuerpo, estropeando el plan de la chica.
El tipo, Enel, soltaba rayos con su arma, mirando indiferente todo aquello.
"Es demasiado tarde para ser salvado"
La gran esfera de rayos eléctricos se mueve hacia el cuerpo tirado, La chica grita el nombre pero no se distingue. Sanji corrió hacia la sombra, pateandolo del lugar, recibiendo el ataque por su compañero.
"Vamos" Sanji puso su cigarrillo en su boca, recibiendo todo el ataque de lleno, dejando a los otros escapar. "Sanji-kun" Se escuchó la voz de la chica de lejos.
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Ikigai | One Piece Watching
Fanfiction«la razón de vivir» o «la razón de ser» El mundo ciertamente no era un lugar amigable, siempre había maldad y opresión, aunque, el deseo de libertad nunca parecía apagarse, debilitarse sí, pero siempre estaba presente, por muy pocos de la tuvieran...