Sabo era metódico y analítico. No hacía nada si no hallaba algún beneficio, aquellas cualidades aumentaron cuando entro al Ejercito Revolucionario. Sin embargo, recordar su infancia, recordar a sus hermanos, le abrió los ojos, en más de un sentido.
No sabía cómo serían las reacciones de Luffy y Ace, recordaba su terquedad, e indiferencia hacia algunas cosas importantes, y por lo que había visto en aquella sala no habían cambiado mucho.
Eso le preocupó, se podía imaginar como se desarrollarán las cosas. Luffy se convertirá en el Rey, pero Ace no lo verá.
¿O habría sido él? Es una posibilidad muy mínima, para eso tendría que haber encontrado una manera de recordar, encontrarse con Luffy, estar involucrado en una guerra, y morir en dicha guerra.
Eso sonaba mucho más a sus hermanos, él no se vería involucrado en una guerra a tal nivel, considerando la muerte de Barbablanca. O no lo haría hasta que Dragon, su jefe, moviera el ejército revolucionario, y aún creía que faltaba para eso.
Caminó hacia la tripulación con una sonrisa confiada, no vaciló ni siquiera al recibir miradas curiosas, y otras amenazantes.
—¿Quién eres tú? —Cuestionó Roronoa, con una de sus manos en la empuñadura de su espada.
La pregunta hizo que la atención de la tripulación, incluyendo a Luffy, Yamato y Ace, se centrará en él. Se tocó el sombrero, en gesto de saludo. —Ha pasado mucho tiempo desde que los vi por última vez, hermanos.
—¿De qué mierda hablas? —Masculló Ace, enojado. Podría haber pensando en su tripulación, que se trataba como una familia, pero aquellos apodos solo lo usaban en ocasiones especiales, además, algo le decía que no se refería a eso.
Luffy lo miró sin decir nada, con el ceño fruncido y una mirada que no supo descifrar.
—¿No me reconocen? Soy Sabo.
Ace abrió la boca, entre sorprendido y enojado. Apretó los puños con impotencia, ¿Sabo? —¡¿Cómo quieres que crea semejante estupidez?! ¡Tú no eres Sabo!
Nami entrecerró los ojos, agarrando el brazo de Usopp para susurrarle al oído. —Creo que nos estamos perdiendo de algo.
—...Yo también. —Murmuró el moreno, demasiado cobarde para decirlo en voz alta e interrumpir lo que sea que estaba pasando.
—Le robamos una botella de Sake a Dadan y juramos ser hermanos.
Portgas D. Ace se quedó inmóvil, pocas son las cosas que provocan ese tipo de aturdimiento en él, no podía reaccionar, no sabía cómo reaccionar. ¿Que se supone que debería hacer con todo eso?
Miró al rubio con más detenimiento, con horror descubrió que sí era Sabo, eran exactamente iguales a como lo recordaba, exceptuando la cicatriz en el ojo.
—¡Bastardo! ¡Creímos que habías muerto! —Apretó su puño, quería golpearlo. Lo iba a golpear.
Luffy fue más rápido que él, se lanzó cual cohete hacia Sabo, arrastrándolo consigo. Y con lágrimas gigantes, y una sonrisa de felicidad dijo lo siguiente: —¡Sabo, realmente eres tú!
—Definitivamente nos estamos perdiendo de algo. —Comentó Nami, lo suficientemente alto para ser escuchada.
Luffy se giró hacia ella, llorando y riendo. —¡Nami, chicos! ¡Él es Sabo! Mi hermano muerto-no-muerto.
—¿Muerto-no-muerto? ¿Me llamaron? Yohohohoho.
—Fufufu, que chiste tan malo.
—Que ruda Robin-san, Yohohohoho.
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Ikigai | One Piece Watching
Fiksi Penggemar«la razón de vivir» o «la razón de ser» El mundo ciertamente no era un lugar amigable, siempre había maldad y opresión, aunque, el deseo de libertad nunca parecía apagarse, debilitarse sí, pero siempre estaba presente, por muy pocos de la tuvieran...