ʟᴀ ɢᴀᴛᴀ ʟᴀᴅʀᴏɴᴀ

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Era innegable el odio en aquel lugar.

Habían visto el odio y la furia de ambas especies, la sangre que ambas derramaba y el sufrimiento que ambos albergaban.

Pese a todo, les parecía imposible simpatizar del todo. Puede que el pasado de aquella niña no era el adecuado, pero muchos habían pasado por cosas peores.

Aunque esos tantos se veían cegados por su dolor y resentimiento, promoviendo aquel tormento que en sus días los torturaba.

La cuestión tampoco era quien había sufrido más, que sangre se habían derramado más, que especie había llorado más.

Porque ambas habían sufrido a lo largo de los siglos, ambas habían perdidos madres, padres, hermanos, hijos.

Pese a todo aquel dolor, ninguno se veía capaz de dar el primer paso y romper aquella cadena de odio que arrastraban.

Nami estaba frente a Arlong, con una mirada desafiante.

"¿Qué ocurre princesa? ¿Tanto quieres que te devuelva tu pueblo? ¿Qué te parece si hacemos un trato?"

"¿Un trato?"

"Si. Consigueme 100 millones de Berries. Si lo haces, te libérate a ti y a tu pueblo."

"¿De verdad?"

"Pues claro. Si hay dinero de por medio, moriría antes de romper una promesa. Me da igual cuantos años tardes, mantendré mi parte del trato."

Doflamigo soltó una risa al ver aquello, realmente aquella —Chica estúpida, ¿quién cree en las palabras de un pirata? Hehehehehe.

Viola miro al pirata con odio. "De verdad era un demonio en todos los sentidos."

Nami titubeo al escuchar aquello. "¿Arlong se atrevería? ¡No! Aquello no podía ser cierto. ¿Qué sería de ella si pasara eso?"

Y como si sus pensamientos fueran visibles Arlong se burló abiertamente. Para la incredulidad de Jimbei que ya no reconocía a su propio hermano.

Nojiko estaba en el huerto de mandarinas, con un gran tatuaje en su pecho y brazo.

"¡Nojiko! ¿Qué es eso?"

"¿Uhm? ¿Te refieres a esto Nami? No es gran cosa, solo es decoración. Ahora tu y yo somos iguales."

La pelinaranja sonrió ante aquello, a pesar de llevar vendas y heridas por todo el cuerpo y vistiendo. Le había hecho feliz el gesto de su hermana.

Luffy sonrió ante aquello. —Tu hermana es super genial. Aunque no tanto como Ace...

Nami lo miró con el ceño fruncido. —¿Por qué sigues aquí?

—Por qué si.

Yamato soltó una risita ante aquello. —Ustedes son tan divertidos.

Ambos la miraron sin saber que decir ante aquello.

'¿Divertidos? ¿Qué clase de concepto de diversión tenía esa chica?'

Nojiko colocó su mano en la mejilla, viendo las interacciones con felicidad, puede que Nami no fuera consciente de lo relajada que parecía al lado de esos dos. Pero ella definitivamente sí lo había notado, y estaba tan... aliviada de aquello.

Varios hombres perseguían a Nami, quien corría con un saco a cuestas.

"¡Atrapenla, es una ladrona!"

Ikigai | One Piece WatchingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora