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Despues del baile de navidad y de aquella noche con Sebastian, me fui a la casa de mis padres por navidad.
Me vendria bien, tanto para hablar con ellos como para desconectar de la vida den Hogwarts.
El taxi nos dejo en la puerta de casa tanto a Greg como a mi.
Subimos los escalones y llamamos.
Mi madre abrió rápido y me metieron en casa sin decir ni siquiera un hola.
-¿Hola?- dije confundida.
-¿Te han seguido?- preguntó mi padre. Se le notaba aterrorizado.
-No que yo sepa...no me he fijado- pero si me estaba fijando ahora y veia en sus rostros preocupacion mientras blandian las varitas. Una vista a mi entorno me descubrio que la casa estaba completamente a oscuras, a escepcion de algunas rendijas de ventanas.
-¿Que esta pasando?- pregunte.
-Han venido a buscarte.
-¿Quienes?
-Los mortifagos- mi piel se erizo.
-¿p-por q-que?- tartamudee.
-La magia...la magia antigua. Hemos puesto hechizos de protección por la casa- mire a mi madre atónita. Cuando parecio que todo estaba mas tranquilo se acercó a mi y me abrazo- menos mal que estas bien.
-Como no lo voy a estar, mamá. Hogwarts es el lugar mas seguro del mundo.
-Lo sabemos, pero permitenos preocuparnos- mi padre le puso la mano en el hombro a mi madre- creo que estaremos seguros con todos los hechizos. Vamos a abrir las ventanas.

. . .
La semana con mis padres fue extraña. Habia un sentimiento de alerta constante que no me dejaba dormir bien, y me sentia mal, pero queria volver cuanto antes a Hogwarts.
Me intentaron explicar todo lo que sabian de la magia antigua, pero siempre llevaba al mismo sitio: no sabian como controlarla.
Por lo demas fue todo como siempre: los ricos desayunos de mi padre, las largas charlas con mi madre, pelis en el sofa del salón, la cena de navidad.
Bajamos al centro de Londres a comprar regalos y un escaparate llamo mucho mi atención. Entre a la tienda de joyeria no sabiendo bien que buscaba exactamente.
Un collar de acero con un diente del mismo material, con algunos grabados, capto mi atención. Lo suficientemente elegante y masculino como para ser un buen regalo. Para Seb.
No me fije en el precio y lo compre, ansiosa de verle a la vuelta.
A Pansy le compre un bonsai rosa, como me pidio hace años en forma de broma.
Dude en si comprarle algo a Harry, Ron y Hermione, pero me decanté solo por la ultima y le compré un libro de poesia italiana.

Al final llegó el dia de la despedida. Me abrazaron fuerte, y se sintio como si lo hiciesen por si acaso era el último. Y dolio.
Les abrace y les dije que les quería, que estaria bien.
Y tal como vine, me fui.
Llegué al expresso de Hogwarts y me sente con Pansy, que me contó su aburrida cena familiar en un restaurante elegante.
Cuando le di el bonsai casi se pone a llorar de risa y de emoción. Ella me tendio un vestido rojo de manga larga precioso.
"Para la fiesta del nuevo año" me dijo.

Cuando llegamos nos recibio una pared llena de tablones, y en cada uno una norma diferente: "no mantener contacto con otro alumnos publicamente" "toque de queda a las 11" "los alumnos que no se adecuen al uniforme seran castigados, expulsados..." y como esas miles.
-¿Y esto?
-Umbrige se volvio suma inquisitora de Hogwarts- contestó Draco detras nuestro mientras abrazaba a Pansy. A su lado estaba él. Con su perfecta sonrisa.
Nuestros ojos se encontraron y acorto la distancia entre nosotros.
-Te he hechado de menos, princesa- me dijo al oido mientras me daba un beso en la mejilla.
-Y yo a ti.
-¿Suma inquisitora? ¿Y Dumbledore que ha dicho?
-Nada. Hace semanas que no aparece. Dicen que esta de viaje, pero la verdad la sabra el estupido de Potter.
-Él tampoco sabe nada. El profesor Dumbledore le ignora desde principio de curso.
-Hablando de Potter...- dijo Draco mirando detrás mio con cara de asco. Todos nos giramos y vimos a Harry ahi parado, mirandonos.
Mirandome.
-Me tengo que ir. Después os veo- mire a Seb y me atrevi a devolverle el beso en la mejilla, pero de manera rapida y aparatosa.
Me acerqué con mis maletas a mi amigo.
-Hola- empecé. -¿Que tal las navidades?
-Como siempre. Un infierno.- se hizo un silencio incómodo.- te he notado distante desde lo del...beso. Solo queria decirte que fue un error. No lo tengas en cuenta. No quiero perder tu amistad.
Algo en sus palabras no terminaba de entrar en mi.
No sabia si era por todo lo pasado, por el beso, o por lo nuevo que estaba conociendo, pero sentia que mi mejor amigo era un completo desconocido.
-Claro, Harry. Yo tampoco quiero perder tu amistad- conteste, sin embargo.
No era mentira. Pero no iba a ser como antes y eso de alguna manera me desanimaba.
Pero mi corazón se encogio un poco al ver a Harry sonreir y me forcé a imitarle.
-¿Vamos a casa?
"Casa". Esa sala común ya no se sentia mi casa.
-Si, vamos.

. . .
No se que hora seria, pero no podia dormir. Abri la ventana para que el aire acariciara mi cara y me sente en el borde.
Necesitaba poner todos mis pensamientos en orden.
Mi mirada se desvio a mi regalo de cumpleaños de Harry.
Me levante, cogi mi libreta y los lapices y volvi a mi sitio.
Pase hojas llenas de dibujos de paisajes, Greg, Hermione en la biblioteca, hasta que llegue a una. Seb.
Me acuerdo cuando lo dibuje.

"Encantamientos no apetecia un dia con este sol. Y Seb convence muy fácil. Asi que ahi estabamos en el lago sentados charlando.
Tire una roca al lago.
-No se como hacer que boten las piedras en el agua- Sebastian se rio.
-¿Como no vas a saber?- su sonrisa eclipsada la luz del sol de marzo. Cogio una piedra y se concentro- es todo técnica...te concentras y...- la lanzo y fallo.
-¿Se supone que me iba a sorprender?- me rei. Su expresión me parecio tan unica que senti la necesidad de dibujarla.
Cogi mi bloc de notas y sin que se diese junta esbocé su mandibula, ojos, pelo.
Nunca me habia fijado en lo guapo que era.
Y en la suerte que tenia de tenerle a mi lado"

Jamás se lo llegue a enseñar.
Cogi una hoja en blanco y deje que mi dedo se dejase llevar. Trazados finos, gruesos, esbozos, lineas, goma.
Plasme mis sentimientos: el amor creciente entre Seb y yo, lo vulnerable que me hacia sentir y al mismo tiempo única. Harry, sus sentimientos, mi frustración al no saber que hacer. Pansy, la ilusión de una nueva amistad. Hermione, la desesperación de perder otra.
Miedo.
Estaba completamente aterrada de lo que me esperaba en la vida. Magia antigua. Mortifagos. Umbrige. Ejercito Dumbledore.
Dibuja. Dibuja. Dibuja.

Pare cuando las lagrimas brotaron de mis ojos. Y me fije en el dibujo.
No era el mejor que habia hecho, pero si el mas significativo. Y el primer autorretrato que hacia.
Era yo, recogiendo los pedazos de un alma que estaba perdida, rota.
Agachada, sin ropa por la vulnerabilidad, pero sonriente.
Cerré la libreta.
Cerré la ventana.
Cerré mi cuerpo entre las sabanas de mi cama.
Cerré mi mente de pensamientos.

Prejudice [ sebastian sallow]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora