A mediados de febrero mi corbata ya era verde y mis cosas oficialmente estaban en la habitación de Pansy.
Mis padres al darle la noticia lo entendieron, pero mi madre me dijo que deberia de hablar con ellos seriamente.
Lo tendria en cuenta.
-Como odio transformaciones a primera hora- dice Pansy mientras se vestia.
Yo peinaba a Greg mientras que Astoria recogia sus libros.
-Nos vemos despues chicas- dijo con su vocecita amable.
-Adios guapa- se despidió Pansy- Nosotras tambien vamos, ¿no?
-Que remedio- nos reimos y nos levantamos para irnos.
Salimos del cuarto y aun se me hacia raro pasearme con mi corbata slythering. Aun sentia que le habia traicionado. Pero ellos me juzgaron por lo que estaba viviendo y sintiendo.
Mi mente era un cals y solo queria ver a una persona: Sebastian.
Fui a verle todo lo que pude a la enfermería. Llevaba ahi casi dos semanas.
-...yo creo que deberiamos quedarnos en el patio en vez de entrar a clase- me estaba diciendo Pansy.
- Que buen plan, ¿nos invitais?- esa voz.
Me giré y le vi.
Su sonrisa abarcaba su cara como una puesta de sol.
-¿Seb?
-De momento si, sigo siendo yo- practicamente corri a sus brazos.
Me envolvió un sentimiento de seguridad y hogar. Lo echaba de menos
-Yo tambien te eche de menos, princesa- sus manos envolvieron mis mejillas sonrosadas y sus labios se juntaron con los mios.
-Me parece que a Laura le surgió mejor plan que ir a transformaciones- escucho a Blaise decir por detras.
-No, tenemos que ir- mi mano cogio la de Seb y juntos caminamos hasta clase.Ahora por los pasillos habia comentarios de todo tipo. De mi cambio, nuevos amigos.
Siempre me ha dado miedo lo que piensen de mi, me senria en inferioridad.
Pero, ahora, me giraba y veia a mis acompañantes, y ya no tenia miedo.
Theo y Draco hablaban sobre algo de quiddicht delante nuestro y Blaise y Pansy no paraban de quejarse por ir a clase.
Pero lo que mas me reconfortaba era girarme y verle a él a mi lado, con el pelo revuelto y los ojos brillantes.
Sentir su tacto. Mi mano y su mano.
-Oye, ¿seguiste leyendo el diario?- me preguntó al oido Seb.
-Si, pero no encuentro nada util. Intentó practicarla por mi cuenta, pero es más complicado de lo que pensaba. Hay veces que sale y veces que no.
-Tiene que estar relacionado con algo. Tu estado de humor igual. ¿Esta noche en la biblioteca?
Le miré y sus ojos se enredaron en los mios.
-Claro, paso por tu habitación.. . .
-Estos libros les hemos leido como 3 veces ya. No van a cambiar sus páginas.
-O si- estabamos sentados en una mesa de la seccion prohibida de la biblioteca, releyendo libros que ya habiamos leido.
Me aburria.
-Voy a buscar por el fondo- no obtuve respuesta, estaba demasiado concentrado en aquel libro de "historia de la magia vieja y contemporánea ". Me permiti echarle una ojeada rapida, perderme entre su piel. La camisa desabrochada por la zona del cuello, la corbata desecha y su cara de concentración hacian una composición digna de plasmar. Memorice cada detalle y volvi a mi busqueda.
No solia ir a esa parte de la sección prohibida, principalmente porque me daba miedo.
Pero algo en mi me decia que debia buscar.
Eran filas y filas de estanterias de libros sumidos en el mas profundo silencio del olvido, bañados por la oscuridad.
-Lumos- mi varita emitio luz y continué por un pasillo al azar, con la esperanza de no perderme.
Cualquier cosa que miraba era lo mismo: viejo, desgastado o sin título.
Me encontré entonces algo que llamo mi atención, un libro pequeño que de entre el polvo se leia William Shakespeare. Que extraño.
Un libro muggle entre todo esto. Vi el título. Romeo y Julieta, los tragicos amantes.
Supuse que nadie lo echaria de menos, asi que le hice un hueco en mi brazo y continué.
Despues de unos minutos caminando vi una luz tenue blanca.
Como la de mi magia.
Intente contener mi excitación y miedo y me dirigí hacia ahi.
La emitia un libro y me recordo mucho a aquel momento con Seb. Otro libro brillante con respuestas.
Lo cogi. Solo alcancé a ver unos dibujos infantiles hasta que mi mente se nubló.Una puerta.
Ya he estado aqui antes.
Se siente frio.
Escucho voces detras mio. No me intento esconder, solamente me giro.
Dumbledore. El director desaparecido.
No dice nada, solo me mira.
Se que no estoy ahi, pero se que el puede verme.
Solo me señala la puerta.
-Encuentrala-¡Laura joder!- ahogue un grito y de repente estaba entre los brazos de Seb- ¿Que coño ha sido eso?
No me salia la voz. Le mire y respire profundamente.
-He visto a Dumbledore. Me ha dicho "encuentrala"
El rostro de Seb parecio desfigurarase por un momento y tomo un gesto serio.
-¿Las clases de oclumancia con Snape te estan sirviendo?
-Yo creia que si. ¿No creerss que esto ha sido obra de...?
-No lo se, pero no podemos descartar nada. ¿Tu estas bien?
-Confundida- Seb cogio los libros que ahora estaban por el suelo.
-¿Romeo y Julieta?
-Una de mis obras favoritas. Es muggle. Te gustaría- sonrió y parecio darle calidez a aquel sombrio sitio.
-¿Y este?- cogio el libro que brillaba.
-No lo se, se ha puesto a brillar como la magia y...lo cogi y me pasó eso- Sebastian le quitó el polvo. Era un cuento de niños que a primera vista me hacia recordar a los clasicos muggles.
-¿Mi primer hechizo? ¿Esto de que nos va a servir?
-Ahora lo descubriremos, pero volvamos por favor, este sitio me da escalofrios.
Volvimos a la acogedora sala principal de la sección prohibida.
Seb se sentó en una silla y me cogio de la cintua para sentarme sobre él.
-Veamos- abrio el libro y aparecia una niña con dos coletas en un pueblo. Pero fue el nombre el cual nos dejo sin respiración.- Isidora- nos miramos, igual demasiado cerca. No podia concentrarme en algo tan importante estando en esa situación. Volvi al libro y pase las hojas.
-"Isidora notaba que no era una niña normal. Si se enfadaba mucho, causaba muchos daños con magia que ella no sabia de donde venia"- lei- Claro, Seb. La magia esta relacionada con los sentimientos. Para activarla y saber controlarla, tengo que controlarlos a ellos primero.
-O explotar e intentar controlar la explosion- le mire y su mirada me atrapo mas de lo que me gustaria. Me volvi a girar hacia el libro, pero notaba su mirada puesta en mi. Su mano que agarraba mi cintura se apretó y solte un pequeño suspiro.
-Seb...- le advertí.
-Tu sigue leyendo- dijo mientras dejaba de sujetar el libro y posaba una mano en mi muslo.
Trague saliva y pase la pagina.
-"a los años, un gran mal atormento su pueblo, pero 4 grandes magos le devolvieron la vida. Se quedo fascinaba y juro convertirse igual de grande que ellos. Asi que ingreso en Hogwarts en primer año..."- la mano se Sebastian subia peligrosamente hacia mi ingles y su boca se enredo con mi cuello.
Tire la cabeza hacia atrás, sintiendo como el calor se apoderaba de mi.
-Continua, por favor, estoy muy intrigado- susurro en mi oreja.
Merlin, iba a matarme.
-"...con el tiempo su interes en su nueva magia dio un giro. Llevo a todos sus profesores a su casa y les enseño como quitar dolor. Se espantaron y..."- la mano de Seb estaba completamente debajo de mi falda y acababa de apretar un punto culmine.
Su lengua recorrió mi clavícula y la mano que trnia en mi cintura subio hacia un pecho.
-¿No vas a seguir leyendo?- negue con la cabeza y cogio el libro y lo tiro- perfecto.
Me giro y me sento a horcajadas encima de él. Me beso y no sabia lo mucho que echaba de menos esos besos fuertes y desesperados.
La ropa empezó a caer sola y nuestros cuerpos se unieron en una perfecta mezcla de piel, sudor y besos.
Sus manos se paseaban por todo mi cuerpo, dejando claro que era suyo, mientras me apretaba contra él sacándome gemidos.
Le agarraba el pelo extasiada mientras me movia sobre él. Sus suspiros roncos solo me hacian quererle mas y mas dentro.
-Por Merlin, Laura- suspiro- te voy a llevar al infierno de las cosas que te quiero hacer
-Lo estaré esperando- le cogi le cuello y continúe moviendo, perdiendo el control de mi misma y de mi mente.
Al terminar nos quedamos ahi, abrazados, en silencio, durante unos minutos.
-Te quiero- le dije.
Me paso un rizo por detras de la oreja mientras mis ojos y los suyos bailaban.
-Y yo a ti, princesa.
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Prejudice [ sebastian sallow]
Fanfiction[...]" lo que en algun momento llegué a aborrecer con toda mi alma, se habia convertido en mi motivo de existencia. Por un momento, deje de fingir que era vulnerable, pues lo era si se trataba de él"[...] Sumérgete en la historia de Laura Foster, un...