No se como ni cuando me encontraba envuelta en los brazos de Sebastian, tumbados en su cama.
Su mano acariciaba suavemente mi pelo y mi cabeza estaba recostada en su pecho.
Respiré lentamente.
Él habia conseguido en varias ocasiones calmar mis ataques de ansiedad.
Eso hizo que algo en mi corazón se apretara. No me gustó la forma en la que me volvia tan vulnerable.
-¿Has pensado en morir?- le pregunte de repente, sin venir con el momento.
-Varias veces.
-¿Que crees que hay después?
-Felicidad
-¿Felicidad?- me quede reflexionandolo.
-Muchas veces he pensado en hacerlo para ver si llegaba a ser feliz- me aparte y le mire a los ojos.
-¿No eres feliz?
-¿Acaso tu si, princesa?- me quede callada. El tiro de mi cabeza otra vez hacia su pecho- siempre hay algo de lo que preocuparse. O alguien que te molesta. O algo no sale del todo bien. Lo complicado es aprender a ser feliz con lo que tienes, con lo que te rodea. Que habiendo esas cosas malas, tu pongas de tu parte para que todo vaya bien.
-No me esperaba esta parte de ti
-Me conoces desde hace dos años, deberias.
-No te conozco del todo, ni tu a mi.
-Pruebame- sabia que estaba sonriendo sin siquiera mirarle.
Me rei y decidi seguirle el juego.
-Mi color favorito.
-El azul.
-El nombre de mi gato.
-Greg. Venga, esfuerzate. No lo estas ni intentando- me pellizco la oreja y me rei.
Rebusque en mi mente algo para preguntarle, pero era muy mala en estas cosas.
-Lo que mas miedo me da- lo meditó unos segundos.
-La gente. No la gente en si, pero sus sentimientos. El como te llegan a afectar las opiniones y los sentimientos ajenos- me tensé. Mire hacia arriba, hacia aquellos ojos en penumbra pero que ya me conocia a la perfección, a aquella sonrisa que me deslumbraba, aquellas pecas que le salpicaban la nariz.
Y mire mas alla. Me permiti mirar su alma. Intente descifrarle, colarme en su mente. Pero era imposible. Impredecible.
-¿Estas mas tranquila despues de este interrogatorio?
-¿Me puedo quedar?- su rostro se transformo en una lucha interna que duro muy pocos segundos, pero los suficientes para que me percatase.
-No vuelvas a preguntarme eso. Si quieres venir, vienes- me hice mas pequeña entre sus brazos.
-Gracias- murmuré- por no dejarme sola.
-Gracias a ti- susurro- por darme un motivo para quedarme.. . .
Me costó demasiado despegarme del cuerpo de Sebastian por la mañana. Le prometi que volveria pronto antes de que se girara y se volviera a dormir.
Me diriji a la habitación de Pansy para ir juntas a Hogsmenade. No sin antes dejarme varias capas de ropa.
-Yo quiero ir de verde- me dijo en el camino mientras me agarraba el brazo.
-Yo aun no lo pensé. Cuando lo vea sabré que es ese.
-Que romantica eres, hasta para los vestidos
Seguimos charlando y de repente me vino alguien a la cabeza: Hermione.
No habia sabido nada de mi desde ayer en la ultima clase, ni siquiera le habia avisado de venir.
-¿Todo bien?- me preguntó.
-Si, solo que igual deberia de haber avisado a Her de venir- Pansy puso cara seria.
-Laura, Hermione ya vino- aquello me estallo contra el pecho como una granada. Me paré en seco.
No entendia que estaba pasando.
Mi mejor amiga.
Por qué.
Un dolorcito en el pecho empezo a invadirme.
-No te voy a permitir que te vengas abajo ahora- dijo Pansy- vamos nosotras dos y elegimos los mejores vestidos de la tienda. Y despues lo celebramos en las Tres Escobas- me dijo emocionada, dandome un beso en la mejilla- no te merecen.Llegamos a la puerta de un establecimiento pintoresco, de un color verde y azul vividos. Al entrar casi nos ahogamos de la impresion.
A nuestra disposición habian miles de vestidos, vaporosos, cortos, largos, estrafalarios.
Me intente quitar a Hermione de la cabeza y me puse a buscar el vestido perfecto.
-Mira- me dice Pansy a los 10 minutos enseñandome un vestido verde largo de saten, con un escote en pico y bordados dorados en la falda.
-Espectacular- y era verdad. Su cuerpo se ceñia en aquel vestido como si hubiese sido creado para ella. Sus ondas castañas caian sobre su piel morena y resaltaba el verde oscuro.
Me empecé a desanimar cuando a los 20 minutos no encontré nada que me gustase.
-¿Este?- Pansy sacó un vestido rosa que con solo mirarlo lo descarte. Y entonces mi vista captó algo.
Me dirigí a toda prisa hacia la otra esquina de la tienda, y de entre todos los vestidos, saque uno.
Mire a Pansy, la cual me hizo un gesto para que fuese a probarmelo.
Entre al probador y cuando me vi en el espejo se me corto la respiración. Las mangas caian por debajo de los hombros, dejando la clavícula descubierta. El corpiño azul de seda bajaba hasta la cintura y se abria en una falda de tul azul brillante con una apertura a un lado.
Di una vuelta. Era precioso.
-Laura- me dijo Pansy a mi espalda- es precioso- le sonrei y nos apresuramos a coger los zapatos.
Con nuestras compras ya hechas nos dirijimos a las Tres Escobas. Nada mas entrar un calor acogedor nos recibio.
Y tres miradas desde una esquina.
Mi cara de felicidad desapareció al ver a mis tres amigos ahi.
Hermione me saludo con la mano, y Harry se quedo mirando mas de lo que me hubiese gustado.
-Vamonos- le dije a Pansy.
-¿Por ellos?
-No estoy comoda. Siento como me juzgan- les conocia demasiado bien como oara saber que pensaban que les habia traicionado al llevarme con los slythering. Aunque tambien estaba la posibilidad del rechazo a Harry, y que le hubiesen elegido a él.
En cualquier caso me dolia. Pero no iba a permitir que me fastidiasen ese dia.
-Vamonos y lo celebramos en casa, con los demás- Pansy me miró detenidamente, luego dirigió una mirada de asco para nada disimulada a la mesa y, cogiendome del brazo, salimos de ahi.
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Prejudice [ sebastian sallow]
Fanfiction[...]" lo que en algun momento llegué a aborrecer con toda mi alma, se habia convertido en mi motivo de existencia. Por un momento, deje de fingir que era vulnerable, pues lo era si se trataba de él"[...] Sumérgete en la historia de Laura Foster, un...