Prejudice [ sebastian sallow]

27

Las sesiones de oclumancia con el profesor Snape eran cada vez mas satisfactorias. Y duras.
Me daba cierta vergüenza que pudiese pasearse por los recobecos de mi mente sin que hubiese represalias.
Pero lo que sobretodo se me hacia extraño era que veia todo, pero no habia consecuencias ni castigos. El ejercito, las escapadas...
-Eres débil. Asi no vas a conseguir nada- me escupio- la clase ha terminado.
Ni siquiera pude preguntarle antes de que desapareciese como una sombra.
Desconcertada como siempre, me levanté y me dirije fuera de las mazmorras.
El frio de enero entraba por mi camisa sudada y me hacia temblar.
Pero algo mas interesante que el frio captó mi atención.
-...es pronto- decia una voz masculina grave que identifique como la voz de Snape.
-¿Pero la tiene, cierto?- escuche otra voz masculina que no supe identificar. Era casi como un siseo. Sin embargo, se me hacia familiar.
-En efecto. Posee la magia antigua.
-Tienes que hacerte con ella, Severus.
-De eso no me encargo yo.
-Necesito mas ojos sobre ella. Él es demasiado debil...
-¿Escuchando conversaciones ajenas, princesa?- el susurro de Seb a mi espalda me hizo paralizarme.
-¡Merlin! Me has asustado.
-¿A quien espias con tanta atencion? Me voy a poner celoso.
-Nadie importante, solo el profesor Snape hablando con alguien. Parecía que sobre mi- no estaba del todo segura de lo que habia escuchado. O igual eso era lo que queria, no estarlo, porque de estarlo supondria demasiada carga mental.
-¿Que haces aqui?- le pregunté.
-Iba a buscarte. Se que lo pasas mal despues de esas sesiones- me deposito un beso en la frente y cogio mi mano- ¿Vamos?
Le sonrei y caminamos hacia la casa comun slythering.
Pero mi cabeza no paraba de darle vueltas a aquella conversación tan extraña.
¿Quien era la otra persona?
¿Quien era ese él del que hablaban?

. . .
Amanecer en los brazos de Sebastian era casi rutina. Bajamos al Comedor juntos como de costumbre, pero se sentia una vibra rara.
-¿Vosotros tambien la notais?- dijo Pansy cuando llegamos- Seguro que sera por Umbrige. Se dice que tortura a los niños a modo de castigo.
No es que se dijese. Es que era verdad. Muchis jovenes gryffindor llegaban llorando con las manos ensangrentadas por culpa de esa señora.
El ambiente se tornaba sombrío y la gente ya no hablaba como antes en las horas de comida.
-Igual es por los TIMOS- dije.
-Son dentro de dos meses- silencio.
La verdad es que ninguno de nosotros parecia estar muy hablador este domingo por la mañana.
Mi mirada se fue a la mesa de enfrente, donde Harry miraba con una expresión de enfado que, lamentablemente, me conocia bien.
Pero ya no me apetecia discutir con él por lo mismo asique termine el desayuno y nos fuimos a la sala de los Menesteres para un nuevo entrenamiento del ejercito.

-Bien, chicos, hoy tenia planeado hacer algo un poco mas diferente de lo normal. ¿Sabeis lo que es el encantamiento patronus?
-Pero hacerlo es imposible.
-No lo es. Solo centraros en recuerdos felices y dejar que la magia fluya. Contra los dementores es lo unico que tenemos.
De inmediato nos esparcimos por la sala y empezamos a gritar el encantamiento Expectro Patronus.
Cerre los ojos y me concentre en un momento feliz. No podia ser muy complicado, habia muchos. Cualquier momento con mis padres o cuando estoy con Pansy...
Me sorprendio que ella llegase a mi mente antes que la propia Hermione.
La mire y vi que de su varita salia una nutria. A su lado Theo la sonreia y le depositaba un beso en la frente. Me alegre por ella.
Aunque entre nosotras ya no fuese lo mismo, la queria.
Volvi a concentrarme en mi tarea y el recuerdo del beso con Seb me inundo la mente.
-Expectro Patronus- caminando en un rayo de luz azul salió un gato demasiado grande. "Greg" pensé.
-¡Lo lograste!- grito Pansy emocionada a mi lado, mientras que a su alrededor correteaba lo que parecia ser un conejo.
Mire a mi alrededor y me quede absorta al ver el espectaculo de animales que se presentaban en la sala.
Vi el cierzo de Harry, el perro de Ton, la liebre de luna... mire a Seb, que tenia ub gesto de frustración en su rostro. Mer acerque.
-Piensa en cosas bonitas- le dije.
-Esto es ridiculo.
-Intentalo- sus ojos miel se colaron en los mios y me dedico aquella sonrisa. " Mi perdicion"
Se concentró y al recitar el conjuro de su varita salio un enorme lobo.
-Guau- solte.
-Siempre con alma de cazador- dijo mientras su lobo corria por la estancia.
Me recordo a la conversación del armario. Presa y cazador.
En cualquier aspecto parece ser asi.

. . .
Estabamos tumbados en su cama mientras me acariciaba el pelo.
-El patronus- comenzo- me salio gracias a ti. Pense en ti.
Aquello acelero mi corazón de manera ridicula.
-¿Romantico esta noche, Sallow?- intente bromear, peri Seb cogio mi cara y me miro directamente.
-¿Algun problema? No me da miedo decir lo enamorado que estoy- "enamorado" aquella palabra caló demasiado hondo en mi pecho y me hizo tiritar de la emoción. Pero de repente el ambiente se volvio mas serio mientras su sonrisa desaparecia.
-¿Que me has hecho?- preguntó, con un tono amargo y serio que me hizo borrar la sonrisa- todo de ti es...bondad. Yo no...no merezco esa bondad.
-¿Por que dices eso?- Sebastian se quedo en silencio, meditando.
Parecia que iba a decir algo, pero se callaba.
-Si no puedes no lo hagas, solo promete que no me haras daño- le dije.
Seb fruncio los labios.
Y de todas las miradas esta fue la mas sentimental. Sus labios rozaron los mios en un beso triste.
Parecia decir "te quiero" en cada uno de sus movimientos, y mi corazon cada vez se ablandaba mas.
Se separo y noté una pequeña lagrima en mi mejilla. No era mia, sino de él.
-Te lo prometo.