El corazón de Knox ©

38. I can see you

Then we kiss, and you know I won't ever tell, yeah
And I could see you being my addiction
You can see me as a secret mission

I can see you, Taylor Swift.

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Chiara.

Las vacaciones de navidad llegaron en un abrir y cerrar de ojos. Antes de viajar a la casa de nuestros padres, Knox y yo fuimos de compras para los regalos. Conseguimos uno incluso para Violet, que aunque no estaría con nosotros, nos encargaríamos de enviárselo.

La casa de verano era enorme y estaba en el centro de una montaña. Había un parque con columpios, una piscina larga y tumbonas. Habíamos pasado todas nuestras vacaciones en ese lugar, pero esa vez se siento diferente estar ahi.

Knox me miró por el espejo del retrovisor, guiñándome un ojo. Íbamos en el auto de Archer, él había hecho que se lo llevaran al aeropuerto una vez aterrizamos. Como de costumbre conducía en silencio, mirando al frente con una concentración calculadora, tenia sentido, pues todo en Archer parecía estar fríamente calculado, todo lo que no tenía que ver con Violet.

Tenía muchas preguntas sobre esos dos, y aunque no era mi asunto no quería decir que eso aminorara mi curiosidad. Pero supongo que nos enteraríamos de todo más adelante.

Charlotte iba a mi lado, dormida con los audífonos puestos. Cuando nos vio a Knox y a mi llegar al jet, nos miró con diversión, pero no hizo ningún comentario.

A decir verdad estaba bastante nerviosa y feliz a la vez. Era una combinación extraña. Por un lado tenía nervios de decirle a los demás de lo mío con Knox, y por otro estaba emocionada por ver de nuevo a mi familia y a los demás.

A medida que nos acercábamos a la casa la inquietud en mi pecho aumentaba, y una mirada a Knox me demostró que él también estaba nervioso. Aunque no debía, me daba risa cada vez que me había dicho que le tenía miedo a mi papá.

—Llegamos —Le avisé a Char, moviéndola con cuidado.

Ella abrió los ojos y bostezó, quitándose los auriculares.

Frente a nosotros estaban mi madre, Jazmín, la madre de Knox; María y a su lado estaba Isaac; el padre de Char y Archer.

Salí del auto casi corriendo, y salté hacia donde estaba mi madre, dándole un abrazo. Ella emitió una risa y me apretó tan fuerte como pudo. La observé de cerca y le di un beso en la mejilla.

—Te extrañé, ma —confesé, sonriendo.

Su hermosa sonrisa brilló.

—Y yo a ti, hija.

Giré mi cabeza, viendo a Knox abrazar a su madre y sonreír de la forma más sincera. Y del otro lado observé a Char corriendo hacia su padre y Archer saludándolo con un entusiasmo más recatado.

—Knox, ¿dónde está la chica con la que estás saliendo? Dijiste que ibas a traerla para navidad —María se puso las manos en las caderas.

Charlotte se carcajeó, y Knox se rascó la barbilla.

—Te lo explicaré después.

Isaac se acercó a nosotros, tenía esa expresión burlona y relajada de siempre, ni siquiera los años le habían quitado eso.