9. Yeonjun

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Y no pude quitar la sonrisa de la cara. Daba igual que estuvieran contándome lo bien que se lo pasaron comiendo guarrerías en su casa antes de que se fuera a la ciudad. Yo estaba estancado en la conversación de la ventana, en las sonrisas tontas que nos salían a los dos, en la conversación sin rumbo en donde pude ser yo mismo sin importar que pudiera juzgarme. En cómo la luz de la luna iluminaba su rostro y  aún así decía que no podía verla para que no se le ocurriera dejar de poner expresiones tan exageradas. No la conocía, pero estaba prendado de ese aura que la rodeaba.

—¿Algo que no sepa?

Taehyun me dio un par de codazos, al menos solo se había dado cuenta él de que mi sonrisa salía cuando el nombre de Yuwon aparecía en la conversación.

—Hablamos toda la noche—me agarré con fuerza a la barra del tren, ya sabía que en esa recta había un pequeño bachecito—Sin parecer imbécil.

—¿Y hoy?

Pues no, no se me había ocurrido. Me quedé mirando a Taehyun expectante. ¿De verdad quería que hablara a Yuwon?

—¡Vamos! Saca el teléfono.

Busqué el teléfono en mis bolsillos, a veces Tae daba algo de miedo.

—Pregúntale sobre el viaje de vuelta o su lunes, supongo que habrá tenido clases en la mañana.

Observé su contacto unos segundos, su foto era ella con una amiga suya compartiendo un batido en lo que parecía ser un descampado.

—Y nosotros dos como imbéciles yendo ahora—murmuré.

—Solo es hoy...esta semana.

A veces nos tocaban clases en la tarde, y ojalá fueran ilegales. Personalmente las odiaba, tal vez porque acostumbraba a cuidar a mis hermanos a esas horas de la tarde.

—¿Le has escrito ya?

No, no lo había hecho. Pero como si me estuviera escuchando, ella escribió primero. Pensé que era por el grupo que teníamos, pero no era así, me había escrito por privado. Mejor dicho, me había mandado una foto de la calle bien iluminada en la noche. A la foto le aconpañaba un: "Bien iluminadito". Sonreí, cómo no hacerlo. Le mandé una foto de Taehyun mirando concentrado la ventana. Ella no tardó en preguntar a dónde íbamos. Desgraciadamente a los dos nos habían cambiado el horario ese día, y estábamos yendo bastante tarde a clase.  Esta vez fue mi culpa, me quedé terminando una tarea y cuando llamó al timbre aún yo no estaba listo.

Como Taehyun me había sugerido, le pregunté por su viaje y sus clases. Se durmió en el trayecto de vuelta, según me estaba contando. Tuvo clases bastante aburridas que por suerte se hicieron amenas por sus compañeros de clase.

¿Cómo sería ella en clase? ¿En la ciudad sería igual de extrovertida?

—Imbécil—Taehyun tiró de la banda de mi mochila sacándome del tren de un tirón. Casi me quedo dentro en vez de bajar en nuestra parada—Si llego a saber que no quitarías la vista de la pantalla no te hubiera dicho que la hablaras.

Primero me obligaba y luego se quejaba...Taehyun se estaba volviendo bipolar.

Entré a casa mirando el reloj, a ese paso no iba a llegar a ver el partido en casa de Kai. Llevábamos semanas hablando de aquel increíble partido y, aunque no seguía mucho los partidos de baloncesto, me gustaba mucho jugarlo. Tenía un par de pelotas de baloncesto en casa, y no podía esperar a que tuviéramos tiempo todos para ir a las canchas del pueblo a jugar. La última vez ganó el equipo de Kai, y no iba a permitir eso de nuevo.

—Yeonjun, ¿puedes cuidar a Jiri y Sanho hoy? Surgió algo en la granja y no sé si volveré tarde.

No podía negarme, mi madre estaba con la mochila en la espalda colocándose las botas a toda prisa. Me iba a tocar llevarlos a casa de Kai. Subí para dejar las cosas de clase y bajé poniéndome una chaqueta. Sanho estaba atándose los cordones mientras Jiri le preguntaba si le quedaba bien su falda. Sabía lo que venía ahora: Sanho le diría que no, ella se pondría a gritarle y acabaría llorando. Agarré a Jiri levantándola del suelo. Lo primero que dije fue que ella estaba bonita siempre, eché un vistazo de reojo a Sanho quien parecía frustrado.

Part Of Me -YeonjunWhere stories live. Discover now