Lola y Pedro
No sabían si llevaban un minuto conteniéndose o toda una eternidad, lo que sí tenían claro era que no podían soportarlo más.
Los dos lo estaban sintiendo, el mismo deseo imparable, incontrolable, pero no tenían el valor suficiente para dar el paso que su instinto les estaba exigiendo a gritos.
- Pocahontas, ¿vas a volver a besarme? - preguntó Pedro - intentando por todos los medios controlar los latidos desbocados de su corazón.
Lola en ese momento se sentía incapaz de pronunciar ni media palabra, así que se limitó a sonreír, sin dejar de tentarle con la mirada.
- Sino lo haces tú, entonces...
Pedro
Si no lo hacía ella, lo haría él.
Y cuando fue a acercar su boca a la de Lola, el chisporroteo de las brasas de la barbacoa le hizo ser consciente de donde estaban.
A él le daba exactamente igual que María, Drake y todos los demás se enterasen de lo que estaba sucediendo entre ellos, fuese lo que fuese, pero intuía que a Lola no y utilizando la poca entereza que le quedaba, rompió la conexión que habían creado y desvió su mirada hacia la puerta de la casa...
- Jamás te hubiese permitido besarme, idiota - le dijo Lola, completamente irritada, alejándose de su alcance.
Parecía enfadada y no lo entendía, para una vez que se comportaba como alguien maduro y coherente, llegaba ella y reaccionaba así.
- ¿En serio crees que quería besarte? - respondió entonces de forma automática.
Estaba indignado y no se le ocurrió mejor idea que intentar picarla.
- Si no lo has hecho, es porque sabías que...
Probablemente lo que Pocahontas tenía que decirle era una de sus exasperantes respuestas, pero no le dio tiempo a pronunciarla.
El resto del grupo, apareció, solo unos instantes después, riéndose a carcajadas de lo que sea que hubiesen estado comentando en la videollamada.
Lola
La barbacoa se le había hecho eterna y dio gracias al cielo por haber ido con su coche hasta la casa rural.
Necesitaba salir de allí y con la excusa de que al día siguiente entrenaba, salió un par de horas antes que los demás.
Se había despedido de todos con un abrazo, salvo del idiota que la había "rechazado", ni si quiera quería mirarle.
Su cabeza le decía que evitar aquel beso había sido lo mejor, pero su ego estaba haciendo de las suyas y lo que la quemaba por dentro era que Pedro sí que había sido capaz de controlarse y ella... Ella no, ella se hubiese perdido en sus labios otra vez, sin importarle nada más.
Cuando paró a echar gasolina, decidió sacar una libreta que guardaba en la guantera y hacer una lista de todos los motivos por los que jamás volvería a permitirse que sucediese algo con él, así no los olvidaría.
- Era el hermano de su mejor amiga.
- Era un niño, le sacaba cuatro años.
- Sus vidas eran completamente diferentes.
- No quería nada con nadie y menos, en aquel momento en el que su vida estaba a punto de cambiar.
- Y, el motivo más importante, no lo soportaba, nunca lo había hecho. Pedro era irónico, inmaduro, altanero, un completo idiota... y también era... magnético."No, no, no", se reprendió a sí misma cuando vio lo que había escrito.
Tenía que olvidarse del tema, lo que había sucedido en aquella casita rural era un hecho que quedaría aislado y que dentro de un tiempo sería solo una anécdota más... los dos seguirían con sus vidas y con un poco de suerte, cuando se viesen, ya que eso era algo inevitable, no tendrían ni que hablar.
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Todo con lo que NUNCA soñé
RomanceYA DISPONIBLE EN FÍSICO - A TRAVÉS DE MÍ o A TRAVÉS DE AMAZON Después de Llévame a luna y abrázame en el caos ⇩ Todo con que lo NUNCA soñé. ♡ Pedro y Lola, son como el día y la noche, lo único que tienen en común son las ganas irrefrenables que sie...