Capítulo 17 - Revelaciones

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Lola

Estaba empezando a pensar que el coche de Pedro era un confesionario... Cada vez que se montaba en él, para ir a la aventura, terminaba abriéndole un poquito más su corazón, primero fue de camino a la burbuja y ahora, lo había vuelto a hacer, la próxima vez que se montase, ya no sabía qué más tendría que confesarle... pero él, cumplió su promesa, no dijo ni una palabra más con respecto al tema.

- ¿Estamos llegando a la Sierra? - le preguntó mirando embobada por la ventana.

El paisaje que estaba contemplando era precioso y con la suave luz que se colaba entre los árboles, parecía que Pedro estaba conduciendo hacia un lugar de cuento.

- Acamparemos en la sierra y la laguna, donde veremos la lluvia de estrellas, está a una pequeña ruta andando.

"Espera, rebobina y congela" pensó al escucharle.

- ¿Vamos a ir a una laguna?
- Eso es Pocahontas.
- ¿Y vamos a ver una lluvia de estrellas?
- Confirmamos - le respondió Pedro torciendo la sonrisa.
- ¿Y cómo es posible que tú no hayas tenido novia nunca?

Su subconsciente le acaba de traicionar y había hecho esa pregunta sin ser consciente de que la estaba pronunciando en voz alta.

Él se giró para mirarla y ella, avergonzada, esquivó sus ojos volviendo a mirar hacia la ventanilla...

Pedro

La pregunta de Pocahontas tenía fácil respuesta, pero por cómo había reaccionado después de preguntárselo, no sabía si realmente quería escucharla.

- ¿De verdad quieres saberlo?
- Tengo curiosidad - le respondió Lola encogiéndose de hombros. Aunque creo que, que seas la persona más irritante del planeta, tiene algo que ver con ello... - añadió echándose a reír.
- Dejando de lado que soy la persona más irresistible del planeta, si nunca he estado con nadie es por varios motivos.
- Sorpréndeme - le dijo instándole a que se lo contara.

Sin titubear, empezó a enumerarlos.

- El primer motivo es... - quería causar expectación. Que siempre he valorado demasiado mi soledad. Me gusta vivir sin tener que dar explicaciones a nadie.

Pocahontas le estaba mirando, asimilando cada palabra.

- El segundo motivo es, que no soporto las relaciones prototípicas... - nunca le había confesado a nadie aquel detalle, pero era una realidad, le aburrían sobremanera los típicos planes de pareja.
- Explícate - le pidió Lola con curiosidad.
- Mira donde estamos Pocahontas... ¿Crees que a todo el mundo le gustan los planes así?

La respuesta a esa pregunta, era un no rotundo.

En las pocas ocasiones en las que había pasado de la segunda cita con cualquier chica, cuando proponía algo similar, le miraban sin entender porque no era suficiente para él, ir a cenar a un sitio "normal".

- Y el tercer motivo - añadió mirándola, es que nadie me ha calado lo suficiente como para querer llegar a algo más...

"Hasta que tú decidiste mirarme de forma diferente" pensó sin poder evitarlo.

- Ahora te toca a ti - le pidió al ver que Lola no tenía nada que añadir.
- Creo que ya te he dejado claro que no soy de las que saben dejarse llevar... - le respondió encogiéndose de hombros otra vez.

No estaba de acuerdo con aquella afirmación, sino, no estaría en el coche con él, pero no quería interrumpirla.

- Y me gustaba demasiado mi vida como para permitir que alguien viniese a descolocarla.

Todo con lo que NUNCA soñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora