Lola
En su rellano, acurrucada en los brazos tatuados de Pedro, entendió el concepto de abrazo "salvavidas".
Le costó un mundo soltarle, pero no podían quedarse en la puerta para siempre y justo antes de entrar, él, girándola para que le mirase, le dio el beso más bonito que hasta entonces le había dado... no fue en los labios, sino en la frente y ese gesto, tan simple, tan dulce, derribó más barreras en su interior de las que jamás hubiera imaginado.
Entrelazando sus dedos con los suyos, le guió hacia el salón.
- Creo que he acertado - le dijo Pedro moviendo en el aire una enorme bolsa de gominolas.
Nadie adoraba las chucherías más que ella.
- ¿Hay fresitas? - le preguntó sintiéndose como una niña pequeña.
- Por supuesto que sí, pero son todas para mí.
- Idiota... - le respondió sonriendo.
- Si me lo pides por favor... puede que las comparta contigo.
- Tampoco es que tengas más opciones.Si no compartía las gominolas con ella, lo tenía claro, iba a acabar quitándoselas.
Pedro, ante su "amenaza", abrió la bolsa y se comió una fresa retándola con la mirada.
- Tienes medio segundo para darme una o...
- ¿O qué? - le preguntó zampándose otra.Tardó solo un instante en maquinar el plan perfecto.
- Tú lo has querido... - le respondió acercándose a su lado con pasos firmes.
Quería tenerle frente a frente.
Pedro
Lola había hecho que la distancia que les separaba se evaporarse y para cuando quiso ser consciente, la tenía a escasos milímetros.
- Pedro...
Dios, si volvía a pronunciar su nombre así, con esa voz cargada de intenciones, no se podría resistir, si no la había besado antes, no era por falta de ganas, era porque no creía que en ese momento fuese lo correcto, pero era humano y...
La deseaba, la deseaba como no había deseado a nadie nunca.
- ¿Sigues sin querer compartir?
Se había quedado sin palabras, no saber qué decir era parte del hechizo en el que caía cada vez que ella le miraba...
Pedro y Lola
Lola, al no obtener respuesta, entendió que era el momento, que su plan había surtido efecto y de un tirón, cogió la bolsa de gominolas que hasta entonces había estado en las manos de Pedro.
- Pocahontas, eso que me acabas de hacer, debería ser considerado ilegal - le reprendió Pedro al ser consciente de que se la había jugado.
- En el amor y en la guerra todo vale cielo - le respondió Lola, que ya había huido hacia el otro lado del salón.
El sofá amarillo chillón le serviría como barrera ante la batalle campal que acababa de empezar.
- Devuélvemelas ahora mismo - le pidió Pedro de forma imperativa.
Pocahontas, como respuesta, hizo exactamente lo mismo que él había hecho antes, abrir la bolsa y comerse una de las fresas.
- Eso no va a suceder, lo siento...
"Así que quieres jugar", pensó Pedro intentando pensar en cómo recuperar sus gominolas.
Lola siguió comiéndose una a una, tres o cuatros chucherías más, hasta que, sin previo aviso, el idiota que la estaba contemplando, no aguantó más y se lanzó, de cabeza, dispuesto a recuperar las pocas fresas que quedaban...
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Todo con lo que NUNCA soñé
RomanceYA DISPONIBLE EN FÍSICO - A TRAVÉS DE MÍ o A TRAVÉS DE AMAZON Después de Llévame a luna y abrázame en el caos ⇩ Todo con que lo NUNCA soñé. ♡ Pedro y Lola, son como el día y la noche, lo único que tienen en común son las ganas irrefrenables que sie...