Todo con lo que NUNCA soñé

Capítulo 24 - La comunicación

Pedro

Estaba instalando la nevera que le habían regalado María y Drake, con Legends never die sonando a todo volumen.

Esa canción le recordaba los millones de partidas que había ganado al LOL y siempre que la escuchaba, la cantaba a pleno pulmón.

- Si sigues cantando así, va a diluviar... - le dijo Lola en cuanto llegó.
- No todo se me puede dar bien cariño - le respondió asomando la cabeza desde la camper.
- ¿Me haces una lista de las cosas que se te dan bien? - preguntó Pocahontas con una sonrisa malévola.
- ¿Y si te lo enseño mejor?

Bajando de un salto de la parte trasera, se acercó a ella.

Estaba tan bonita como de costumbre y él estaba harto de tener qué resistirse.

Debería estar prohibido que pasasen tantos días sin poder estar a solas de verdad...

La noche anterior, cuando terminó su cumpleaños, aunque su plan era desaparecer con Lola y por fin, poder disfrutar de ella, no pudo ser... Él terminó volviendo a casa en la moto de su padre y Pocahontas regresó en el coche de su hermana con Argos y su madre.

- Así que, necesitas que te enseñe lo que se me da bien... - dijo con la voz cargada de intenciones.
- Creo que los veinticinco te han subido aún más el ego... - le respondió Pocahontas aleteando las pestañas.

Teniéndola tan cerca... Era imposible no caer en la tentación de besarla.

Y agarrándola de la cintura con vehemencia, buscó su boca.

Cuando sus labios se unieron, espero que Lola recibiese su beso como solía hacer, dejándose llevar por el deseo irrefrenable que ambos sentían cada vez que se retaban, pero no sucedió.

Algo no iba bien.

- ¿Qué pasa Pocahontas?
- ¿Qué va a pasar? - le respondió ella mostrándose a la defensiva.

Reflexionó medio segundo sobre cómo conseguir que le contase que la pasaba, teniendo en cuenta que se estaba enfrentando a la mujer más cabezota de la tierra.

- No soy un experto en relaciones, pero todos los estudios apuntan a que la clave para que funcionen, está en la comunicación, así que...
- Veo que te has estado informando.
- No hay nada que no venga en Google...

Lola se echó a reír. Al menos había conseguido que dejase de estar tan tensa.

- Venga, cuéntame qué te pasa. Llevas rara desde que nos despedimos ayer...

No le había dado demasiada importancia a que ella no quisiese que durmieran juntos, se había auto convencido de que era normal, teniendo en cuenta que Pocahontas no había parado desde el sábado por la mañana, así que pensó que su negativa se debía a que simplemente estaba cansada.

- Es una bobada... - le respondió alejándose para sentarse en el capó de la camper.
- Aunque sea una bobada, si es importante para ti, para mí también...

Hablaba completamente en serio, todo lo que fuese relevante para ella, para él, automáticamente, también lo era.

Lola

Lo que más la reventaba, era que, siendo cuatro años mayor que él, parecía ser la única que tenía dudas sobre todo lo que tenían, pero es que no podía evitarlo.

Todo esto era nuevo para ella, nunca había dado explicaciones a nadie sobre su vida y tampoco las había pedido, pero con Pedro... Hasta eso estaba cambiando.

- Si no quieres contármelo ahora, podemos hablarlo después... - le dijo sentándose a su lado. Si te apetece, podemos sacar a dar un paseo a Argos.
- No sé si te he dicho ya, pero estoy completamente enamorada de él.
- ¿Me ha salido competencia? ¿Tan pronto?