01. Primer día

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—Hoy como cualquier otro día, me vuelvo a levantar, sola, sin nadie con quien hablar, de que me sirve una casa tan grande si no hay con quien compartirla, tantos lujos, tanto éxito en mi profesión, llegar tan alto, tener todo y a la vez nada. Es cierto que lo material no lo es todo en la vida, el dinero no es sinónimo de felicidad.

— Así es Lena Luthor, no tienes nada, ni lo tendrás.

Se decía así misma mientras se levantaba para ducharse e iniciar un día más de trabajo.

Lena tomó una toalla y se dirigió al baño para hacer su aseo personal. Al terminar, se vistió con una blusa azul marino, un blazer gris oscuro a juego con su falda, zapatillas negras y maquilló ligeramente su rostro a manera que resaltaban el hermoso verde de sus potentes ojos. Por último, arregló su cabellera negra.
Bajó las escaleras y se preparó el desayuno con un poco de café.

Mientras desayunaba revisaba su agenda para ver lo que le esperaba ese día. Lena era una mujer muy ocupada, solitaria y exitosa. Por las mañanas impartía clases de leyes en la Universidad de Miami y en las tarde se encargaba de asuntos con sus clientes y trabajadores en su propio bufete de abogados.
Era la abogada más exitosa y reconocida en el estado de florida y una de las más afamadas a nivel nacional, puesto que se le otorgaban los casos más críticos y los cuales siempre ganaba por su nivel de conocimiento y profesionalismo.
En los casos más extensos trabajaba en conjunto con su equipo de abogados, e incluso impartiendo clases a veces tenía que retirarse para atender ciertos asuntos.

— Bien, hoy inicia el nuevo ciclo escolar en la universidad, vaya, al parecer las vacaciones pasaron volando.
—Necesito mi nuevo horario y las materias que impartiré este semestre para poder organizarme, espero no sea tan extenso.
Se decía mientras revisaba su agenda.

— bueno, al parecer hoy será un día muy saturado de labores, espero no terminar tan tarde la última reunión con los abogados de Washintong.

Su celular comenzó a sonar... Tomó el cel con una sonrisa al saber de quien se trataba la llamada

— Hello, que se te ofrece mi pitufita consentida?
Bromeó

— Buenos días para ti también Luthor.
Respondió Sam del otro lado de la línea. Samantha Arias era la mejor amiga de Lena, se conocían desde pequeñas. A diferencia de Lena, Sam había preferido la medicina, pero estudiaron en la misma universidad. Sam era una excelente doctora y trabajaba en el hospital regional de Miami. Estuvo con ella en los momentos más difíciles de su vida, solo ella conocía el pasado y el secreto de Lena.

— Bueno mujer, te hablo porque sé me ocurrió una idea que te va a interesar, espera... ¿Aun sigues interesada en ser mamá?

— Sam, ya hemos hablado de eso, por favor no sigas, ya fue demasiado para mí ya me resigné, quizá no era lo mío así tuvo que ser, sabes que ya lo sup...

– Peré... Ya lo superaste, si, ya me se tu sermón draculita, pero es que en serio tienes que escucharme, no sé cómo no se me había ocurrido antes. ¿Tienes un rato libre en la noche? En serio tengo que contarte y no me pidas que por teléfono porque esto es serio, me vas a amar, más.

— Uff hoy mi agenda está a reventar, hoy igual inicia el ciclo escolar, no es que necesite el trabajo de catedrática universitaria, pero es algo que me gusta hacer, enseñar lo que se y amo hacer. En fin, creo que si puedo hacer un espacio en la noche para tratar ese asunto tan "importante" que me tienes que contar. Mhh... te parece bien a las 9:30pm??

— Me parece excelente!! Ya verás, cambiaré tu vida. Nos vemos en tu despacho, hasta luego amargada, cuídate, ¡te quiero!

— Hasta pronto pitufa, también te quiero, besos.

Contratos de amor - Adap. supercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora