Contratos de amor - Adap. supercorp

32. Nuestro hogar

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Un par de días trascurrieron, Lena tenía demasiado trabajo en el bufete y pasaba gran parte de su tiempo con Lucía trabajando en el caso y en muchos otros de menor importancia, pero igual no podía descuidar el resto de sus clientes.

Parker se había puesto en contacto con Lena quien lo citó en su oficina para explicarle como estuvieron las cosas y que necesitaba que investigara. Así que la investigación fue puesta en marcha.

Por otra parte, Lena esos días se sentía desanimada pues extrañaba demasiado a Kara y contaba los días para que por fin el domingo llegara y entonces fuera en busca de su adorada Kara y por Alura para iniciar una nueva vida juntas.

Era tanta la necesidad por tener a Kara entre sus brazos que se hablaban a todas horas del día sin importar que Lena se encontrará en plenas horas de trabajo.
Como ese viernes, Louis había partido a Carolina para las reuniones desde muy temprano y Lena se encontraba trabajando con Lucía en su oficina mientras hablaba con Kara.

- Pues si mi amor, pero es tu mamá y se merece la mejor de las bienvenidas, las chicas me ayudaran y tu mamá quedara sorprendida, ya verás.

Kara río del otro lado de la línea.

- Mi Amorcito... ¿No entiendes que mi mamá ya te ama? Quedó maravillada contigo y ya te quería incluso antes de despertar. No necesitas impresionarla más para que te quiera, mi amor.

- Pero yo quiero que se sienta como en casa, porque ahora ese será su hogar, mi bebé. Así que lo aré, le dejare todo listo a las chicas y les diré que es lo que tienen que hacer antes de Irme y punto. – dijo Lena

- Eres la mujer más maravillosa del mundo mi Amorcito hermoso y te amo tanto. - Decía Kara del otro lado de la línea, Lena jamás dejaría de sorprenderla con sus detalles y sus atenciones era la mujer perfecta y era totalmente suya.

- Pero tú eres más maravillosa mi amor y te amo muuucho más mi bebé, jamás no me cansare de decírtelo, no sabes cómo deseo verte ya, me estoy muriendo de soledad y necesito tus cariñitos.

Lucía se encontraba cerca de Lena disimulando leer unos documentos, pero no podía evitar prestar atención a la conversación que tenía Lena al teléfono, sentía que la enfermaba con tanta cursilería que salía de su boca así que decidió ponerle fin a su tortura.

-Lena... Lamento interrumpir, pero es que necesito la parte del trabajo que estaba haciendo Louis, no te los dejo a ti?

Lena le hizo una señal con la mano de que la esperar para terminar su llamada.

Lucía reviro los ojos.

- Mi amor, te dejo un rato mi bebé, estoy revisando unos documentos con Lucía y necesitamos terminar esta parte del trabajo hoy. Te llamo al rato en cuanto me desocupe cariño. – dijo Lena

- Ah, está bien mi amor, entiendo, hablamos luego entonces.
Te amo infinitamente mi amor!

- También te amo infinitamente, preciosa, hasta pronto. Te mando muchos besos en la boquita y en la pancita, muahh. – dijo Lena

- También te mando muchos besitos mi amor. Hasta pronto.

Lena colgó con una enorme sonrisa, cada vez que hablaba con Kara esa sonrisa volvía a aparecer en su rostro.

- Ahora sí, Lucía. - Dijo girándose en su silla hacia Lucía.

- Vaya! Esa llamada no le veía fin.

Lena río. - Es que estoy enamorada Lucía, es inevitable no ponerme así ni dejarla ir.

Lucía forjo una falsa sonrisa, pero por dentro sentía que le hervía la sangre, odiaba a Kara y la idea de que Lena tal vez si sentía amor por ella.