Contratos de amor - Adap. supercorp

03. ROPA

–¿Lena, has oído hablar del método ROPA?

– Mh, no estoy muy segura, me parece que una vez leí un artículo, era algo como de reproducción asistida, la verdad no recuerdo muy bien. ¿Es algo de eso?
Pregunto Lena muy curiosa.

– Bueno, como veras, el mundo de la medicina tiene muchas ramas y entre tanto tengo mis contactos, tengo un amigo que te puede ayudar, se llama Winn Schott y lo conocí hace unos meses en una conferencia para ginecólogos, él es médico ginecobstetra especialista en fertilidad, tiene una clínica de reproducción asistida en la cual no hace mucho comenzó a implementar el dichoso método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja) este método es muy parecido a la inseminación artificial, sabemos que la inseminación o reproducción asistida consiste en ayudar a fecundar el ovulo con la inyección del esperma ya sea fuera o dentro del vientre, pero a diferencia de esto, este nuevo método no consiste solo en eso, sino en fecundar el ovulo fuera del vientre y después introducirlo en otro vientre diferente. O sea, el ovocito pertenecerá a una mujer, pero quien lo llevara en su vientre será otra, es algo así como rentar un vientre, ¿me explicó?

– Si, entiendo, suena algo extraño y complicado, ¿no crees? Digo complicado no por el método, de hecho, eso suena fácil y poco riesgoso, me refiero a lo complicado que sería conseguir a una mujer que esté dispuesta a rentarme su vientre, veras no ha de ser fácil desprenderse de un niño que gestaste 9 meses y después solo decirle adiós. Aunque yo estaría dispuesta a dar lo que sea si me lo pide, no sé dinero, la cantidad que sea si la mujer lo pide, mientras no se encariñe con el bebé no habrá problema. Pero también habría que revisar que dice el lado legal de esto, tendría que hacerse un contrato en el cual ella me otorgue todos los derechos, la patria potestad y custodia del niño. tengo que checarlo bien.

– Si, de eso te quería hablar. Le conté a Schott tu situación respecto a que tus óvulos si son fértiles pero que el problema está en tu útero, así que este método es perfecto para ti, pero también le conté que no estas casada y ahí fue donde llegamos a ese detalle, porque tú perfectamente sabes que para tener un hijo al igual que en la adopción se necesita estar casado para...

– Para un mejor desarrollo íntegro del menor en un ambiente familiar.
Completó Lena, tenía esa manía de interrumpir a Sam completando sus frases.

– Exacto. Continuó Sam dejando su taza bacía sobre el escritorio de la abogada. – Y por políticas de la clínica y de servicios infantiles, como requisito se pide en este caso criar al hijo con la persona que te rente el vientre si son pareja en matrimonio igualitario o con tu pareja en caso de tener esposo y que la madre gestante seda los derechos del menor por medio de un contrato a la pareja. Porque prácticamente estas adoptando a tu propio hijo.

-Así que hablé con Winn y nos propuso ayudarnos en el hecho de que no pedirá cierto requisito para hacer la práctica, para que no tengas que presentar ningún acta de matrimonio, pero si nos pidió presentar un contrato firmado por la madre gestante donde acepta y sede todos los derechos del niño una vez nacido para evitar problemas futuros si la mujer llegara a arrepentirse y reusarse a entregarlo. De esa manera se comprueba que la madre no mostró interés en el niño al firmar el contrato.

-Por otra parte, tienes que saber que esto no es de total viabilidad legal puesto que estaremos ocultando que el niño fue procreado por medio de reproducción asistida en la clínica de Schott, de esta manera, nadie lo tiene que saber Lena, más que tú y la otra mujer. Ante las autoridades el niño se presentará como tuyo, yo personalmente como doctora y haciendo uso de mi poder puedo autorizar un acta donde soy testigo de que tu disté a luz a ese bebé y que yo atendí tu parto, así como tu control de supuesto embarazo, para que puedas presentarlo ante el registro civil como tuyo con tus apellidos y como madre soltera.

– Me parece perfecto todo lo que estás diciendo, Sam. Vaya lo tienes todo muy bien planeado, me impresionas con tu conocimiento de leyes, creo que es el resultado de que yo no te hable de otra cosa.
Soltó Lena con una enorme sonrisa. – Pero aún tengo mis dudas y miedos. Dime, ¿qué pasará si la mujer decide hablar? yo no quiero meterlos en problemas a ti y a Winn por mi capricho y arruinar su reputación profesional, así como también la mía. Dijo Lena con un poco de desanimo en su voz.

– Bueno Lena para todo hay que correr riesgos, pero este realmente vale la pena y yo estoy dispuesta a hacer lo que sea por ti y lo sabes, una vez te prometí que siempre estaría a tu lado para apoyarte, ahora te pido que pongas todo el optimismo en esto para que resulte.
Y bueno el contrato con la otra "mamá" es necesario porque es lo único que nos está pidiendo Winn en caso de que la mujer decida hablar y se nos vaya todo nuestro plan por la borda. Entonces tomémoslo como plan "B" ese niño será tuyo desde el momento en que la mujer firme ese contrato, no podrá quitártelo y menos siendo tú la madre biológica.

Claro que ante las autoridades esto no será bien visto y quizá recibamos y digo recibamos todos una sanción porque todos estaremos involucrados, tanto nosotras como Winn.
Pero no pasará a mayores, vamos, eres Lena Luthor, tienes poder ante la ley, es más tu eres la ley, siempre he dicho que tú eres una "Abogadiosa" siempre haces lo que quieres, así que no hay de qué preocuparse.
Bromeó Sam con una sonrisa cómplice.

– En eso tienes razón Arias, se puede decir que el primer plan, el plan " A". Dijo Lena haciendo comillas con sus dedos de ambas manos. – es perfecto, si nadie habla claro, aunque me sentiré un poco sucia haciendo las cosas de manera ilegal siendo abogada, pero si, realmente vale la pena arriesgarse. ¡¡Dios estoy tan emocionada, un Luthor igual a mí!! Dijo la abogada poniendo sus manos sobre su rostro y reclinado sus codos sobre el escritorio.

– No tan rápido Luthor! Intervino Sam. – aún tenemos que buscar a una mujer que se preste como madre gestante, tenemos una tarea difícil amiga. Suspiró poniendo su dedo índice sobre su barbilla como si estuviera pensando en algo.

– Lena... Dijo Sam con esa misma expresión de seguir pensando.

– Sí?

– No, nada, olvídalo, me vas a matar. Dijo Sam meneando la cabeza y riéndose.

– Anda, dime, quiero escuchar lo que pasa por esa cabecita, tus ideas siempre son buenas Arias.

– Esta bien... todo sería más fácil si fueras lesbiana y usaras tu encanto para conquistar a una mujer dispuesta a que la embaraces, se enamoran, se casan, tienen hijos, se hace todo de manera legal sin contratos sin que nadie pierda a su hijo y todos vivimos felices para siempre. Fin.
Terminó la doctora controlando las ganas de reírse ante la expresión de asombro de la abogada para después sentir un golpe en la frente.

–¡Auch!! Dolió, oye deja de aventarme bolígrafos, amargada. Dijo Sam tallándose la frente.

– ¡Eso te pasa por decir semejante ocurrencia, Arias! Dijo Lena fingiendo enojo y con otro bolígrafo en la mano listo para ser arrojarlo.

– Ay que amargada, además tú me dijiste que hablara. Y mi idea es brillante acéptalo Luthor. Podría ser un plan "C".
Dijo la doctora para después agacharse esquivando otro bolígrafo – Ok ok, no habrá plan "C" ya deja de agredirme.

– Claro que no habrá, no soy lesbiana. Dijo Lena entre risas por la reacción de Sam cuando esquivó el bolígrafo.

– Esta bien, no habrá boda. Pero a mí no se me olvida aquella chica que se te insinuaba en el instituto y tú como buena adolescente curiosa diste tu brazo a torcer. Le guiñó un ojo.

– Sam cállate ya ni me acordaba de eso. Dijo Lena poniéndose roja. – además solo fue curiosidad no volvió a repetirse nunca más con otra mujer.

– Esta bien, lo que tu digas Lee, adiós plan "C".
Dijo Sam para después despedirse de su amiga ya que era muy tarde casi, las 12 de la noche y mañana les esperaba otro pesado día de jornada laboral.