08. El contrato (PlanA)

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Kara se quedó con la boca abierta cuando se encontró frente a frente con Lena en aquel consultorio.

– Profesora Luthor, no me imaginaba encontrarla aquí. Dijo Kara algo confundida

– No, Soy yo la que no te esperaba a ti aquí, Kara. Respondió Lena.

– Si, bueno, creo que me equivoque de puerta, lo siento. Dijo Kara dirigiéndose a la puerta para intentar salir.

– No! ¿Espera... Vienes por lo de la entrevista para rentar vientre? Preguntó Lena.

Los ojos de Kara se abrieron en ese momento con sorpresa.
– Bueno, yo. S.. sí, así es. Dijo Kara aún más confundida y nerviosa.

Lena suspiró. – Es aquí, Kara, toma asiento.

Kara obedeció y se sentó en una silla frente al escritorio donde estaba la abogada. Lena también se sentó frente a ella quedando el escritorio entre las dos.

Lena frunció el ceño con extrañeza.
– Linda Zor-el? Dijo mostrándole el papel donde venían los datos de Kara.

– Si, soy yo, en realidad Soy Linda Kara Zor-el. Pero siempre firmo solo como Kara Zor-el, no me gusta Linda. Respondió Kara.

– Ok Kara, ahora que lo recuerdo bien, así apareces en mi lista de estudiantes, ¿pero porque aquí dice que tienes 24 años? Preguntó Lena totalmente seria.

– Bueno yo en realidad tengo 23, pero puse eso porque prácticamente ya tengo los 24, solo es cuestión de semanas, en menos de dos semanas por lo cual no mentí al respecto.

– Pero aun tienes 23, no puedes adelantarte.

Kara iba a responder, pero Lena la interrumpió...

– ¿Kara, porque estás aquí? ¿No crees que no es un buen momento para estar embarazada? Sabes que un embarazo no es nada fácil, los síntomas, los cuidados, estas estudiando, estas becada no necesitas nada. Esto sólo puede perjudicarte porque desatenderás tus estudios, Kara. Y yo no puedo permitir que eso pase, estas a un paso de graduarte y por un capricho o por ambición puedes complicarte las cosas. Lo siento, pero no, no puedo hacerte la entrevista.
Dijo Lena cerrando la carpeta donde se encontraban los papeles con los datos de las solicitantes.

– Que? ¿Pero por qué no? Cumplo con todos los requisitos que están pidiendo, no le oculte nada respecto a mi información, todo es verdad. Yo puedo con esto, puedo seguir estudiando y cargar con un niño en mi vientre, soy una mujer muy sana claro que puedo...

¿Además, si decaigo en mis estudios será muy asunto mío no? Ustedes necesitan un vientre y yo el dinero, todos salimos ganando. Puedo asegurarle, profesora, que esto no es ningún capricho ni tampoco es por ambición.
Dijo Kara con un poco de tristeza en su voz.

– Kara, entiende, no puedo. Eres mi alumna y mi deber es ayudarte como tu profesora y tutora, no perjudicarte. Además, no será correcto que una de mis alumnas se pasee por el campus con mi hijo en su vientre. ¿Qué dirá el consejo técnico si se llega a enterar?

Kara se sorprendió ante lo que le acababa de decir la abogada.
– ¿Es usted la que está solicitando el vientre para su hijo? Preguntó.

– Así es. Confirmó Lena. – Veras, yo no puedo tener hijos, y lo he intentado fallando en dos ocasiones, y de la adopción ni se diga porque también fue un fracaso. Pero no estamos hablando de mí, no necesitas saber eso.
Dijo Lena desviando la mirada.

– Si, entiendo. Pero en serio necesito el dinero profesora. Le prometo que nadie sabrá que el niño que lleve en mi vientre será de usted.

– Bueno, Kara, por qué tanta insistencia, ¿para que necesitas tanto dinero? Que deudas puedes tener tu viviendo sola y sin necesidad de pagar renta o inscripción si la beca lo cubre todo. No estas casada, ni tienes hijos ni a nadie que mantener aparte de ti. Explícame y tal vez pueda considerarlo.
Dijo Lena un poco ya estresada.

Contratos de amor - Adap. supercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora