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| primera persona.
rain mirren.

Gran Bretaña.

01:57

bajamos del auto, tomé aire profundamente y comencé a caminar detrás de erick, él me miró de reojo, también estaba un poco nervioso.

ver las luces encendidas me hizo acelerar el corazón, un ruido de haber partido algo se escuchó y me asusté, miré el lugar. cara partía leña con un hacha y su mirada totalmente puesta en mí, pasé saliva.

tomé el brazo de erick antes de que tocara la puerta y mi respiración se había hecho más agitada, casi no sentía el aire entrar a mis pulmones. él me miró nuevamente y negué con la cabeza, no, no quiero entrar.

él suspiró y apretó los labios, él sabía.

-sabes que será peor si nos vamos.- dijo y asentí pero volví a negar.

sin embargo fue tarde porque antes de que erick si quiera tocara la puerta, ésta se abrió dejándome ver a una de las sirvientas.

-joven dupont, señorita mirren.- nos saludó y nos hizo pasar.

mordí mi labio y bajé la cabeza, cuando llegamos a la sala todos estaban ahí, levanté la mirada para saludarlos pero no dije nada a mis padres.

-¡rain, amor!- dijo mi madre y se levantó a abrazarme.

fruncí el ceño ante la presión que hicieron sus brazos en mi torso, oh, si tan sólo lando estuviera aquí de otra manera.

-¿cómo estás?- preguntó una vez que se alejó.- ¿erick te cuidó bien?

-oh, ¿qué pasó, señora? yo nomás no soy niñera porque no quiero.- dijo él y mi madre rió.

lando... ¿estaba enojado? ¿yo lo hice enojar? pero... bueno, yo creo que mis disculpas fueron claras, le di un beso y su besito en la mejilla. y espero lo haya entendido porque sinó que vergüenza.

-¡rain!- alcé la cabeza rápidamente a mi madre, ella rió.- ¿en qué tanto piensas, cariño?

sonreí levemente y negué con la cabeza, nos guiamos a un sillón y me senté a su lado.

-¿en qué? no.- miré a erick como un claro: cállate.- la pregunta es: ¿en quién?

mi madre soltó otra risa y el suspiro de mi padre la hizo callar.

volví a morder mi labio.

-bueno dupont, tu hijo ya está sano y salvo.- dijo mi padre.- ya pueden irse.

-ah, eh, por supuesto. gracias marc.- le dijo el señor dupont.

erick se puso de pie y cuando salió del campo de visión de mi padre me hizo una seña de mensajes, asentí.

la habitación se quedó en silencio y de pronto todos los golpes en mi cuerpo comenzaron a punzar, intenté relajarme pero simplemente no pude.

-rain, ¿dónde estabas?- preguntó él.

-marc, estaba en ca -dijo mi madre pero él la interrumpió.

silence: háblame | lnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora