.34.

807 67 15
                                    

| tercera persona.

Monte Carlo, Mónaco.

00:54

—necesito que me digas si la viste, o no.— espetó un furioso y desesperado lando.

aún así, la chica de la heladería se mostró confundida y eso hizo que lando golpeara con fuerza el mostrador asustándola y llamando la atención de varios clientes.

—lando, —lo llamó charles.— no todos los empleados saben inglés, y con tu perfecto acento británico menos te van a entender, ¿por qué no se lo preguntas en el idioma que los dos conocen?

lando lo miró como si hubiera dicho una completa estupidez. la miró y negó.

—pregúntale tú.— se alejó.

la muchacha sólo pensaba en si hablaban de la chica que le mostraban en la foto, o sí planeaban matarla. digamos que hablaban de ambas.

—désolé, pas très sympathique.— sonrió ligeramente charles a la chica.— avez-vous vu cette fille? c'est ma sœur et on dirait qu'elle a été kidnappée.

—Je pense que je me souviens de son visage...— le respondió ella.— il est venu il y a deux jours, je pense. Elle était avec son petit ami et ils ont partagé une glace.

—¿su novio?— repitió lando con el ceño más fruncido todavía.

'ay, carajo.' pensó charles.

—c'est son petit ami.— señaló charles a lando.

la chica intercaló mirada entre ambos y negó.

—eh bien, ce n'était pas lui.— dijo.

lando miró a charles como si fuera él el que hubiese desaparecido a su novia.

—voy a matarlo, charles.— se le oyó decir.— te juro que lo haré.

'Dios, no me abandones.' pensaba charles.

charles volvió a pasar saliva y miró nuevamente a la chica.

—avez-vous autre chose à nous dire? —preguntó por último.

—euh... —pensó.— je les ai vus aller là-bas.

ambos miraron la dirección que señaló.

charles agradeció con pena ya que lando no se molestó en darle las gracias a la chica y simplemente salió dirigiéndose a donde había dicho: el mirador.

—lando, —lo llamó charles siguiéndolo a paso rápido debido a la distancia que habían tomado.— lando, espera. no la vas a encontrar si no piensas ¿qué tal si nos están esperando?

—pues que nos esperen, —respondió él sin girarse a verlo.— no voy a perder más tiempo.

—lando —lo detuvo charles entonces.— , cálmate, si te desesperas podrían hacerle algo a ella.

—no la van a tocar.— gruñó molesto lando manteniendo contacto visual con su amigo.

—no puedes asegurar eso.— dijo con ligera tristeza el mayor.

ambos se quedaron en silencio unos segundos sin poder dejar de pensar en la única chica por la que estaban ahí.

—escucha, me duele tanto como a ti que ella no esté aquí.— comenzó a hablar charles.— me han desesperado tanto estos dos días sin saber absolutamente nada de ella que de verdad siento que podría golpearlos. pero ir así sin ningún plan podría lastimarla más.

silence: háblame | lnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora