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| tercera persona.

rain mirren.

dos semanas después.

Gran Bretaña.

20:30

ella abrió los ojos, apenas. lo hizo con todas sus fuerzas, fuerzas que no tenía.

a rain la habían estado golpeando diariamente, cara o su mismo padre la sacaban de aquel cuarto que compartía con su madre para llevarla a otro y lastimarla ahí. rain había tratado de ocultar lo que pasaba a su padre y a su nuevo medio hermano, lance. pero los síntomas de los golpes comenzaban a hacerle efecto y ella pensaba cada día más... que quizá podría probar no abrir más los ojos.

ella extrañaba a lando, quería a lando. pero no podía verlo, ni oírlo, absolutamente nada. se sentía tan lejos de él.

la puerta se abrió y rain no alzó la mirada, sabía quién era y sólo talló sus ojos mirando de reojo a su madre, quién dormía también.

—lo tengo.— habló lance levantando la bolsita que cargaba.

—¿no te dijo nada?— preguntó rain bajito.

lance arqueó una ceja y negó.

—él no cuestiona lo que yo hago.— respondió y rain suspiró.

—ni parece que tenemos el mismo papá.— murmuró ella.

aguantó la respiración cuando se puso de pie, los golpes le robaban el aliento.

a pasos lentos se acercó a lance.

—a ver, préstamela.— dijo ella.

—¿sabes cómo usarla?— preguntó el chico entregándole la bolsita.

—claro, ya vuelvo.— rain entró a el pequeño cuarto de baño que tenían.

ahí casi nada era lujoso, nada podía ser lujoso porque estaban en una bodega.

abrió la bolsa y se encontró con las tres pruebas de embarazo que había pedido a su medio hermano, a quien seguía asimilando.

logró hacer la primera y luego siguió con la segunda, hasta que con menos ganas y pensamientos rondando su mente, logró la tercera.

rain contó en su mente cuando las tuvo frente a ella, primero dejó pasar dos minutos con esperanza de que las pruebas tuvieran más tiempo, aunque en realidad lo hacía porque se sentía nerviosa.

su madre le había dicho que sólo hasta este tiempo era cuando se podía hacer un aborto, pero claro que rain no iba a hacerlo, aún así, no se sentía lista para tener a alguien creciendo en su interior.

con un suspiro, comenzó con los cinco minutos, minuto por minuto mientras abrazaba sus rodillas y se cuestionaba: ¿por qué mi padre me odia tanto? él... ¿por qué es así conmigo? ¿por qué quiere matarme si soy su hija? pero ninguna de sus preguntas tenían una respuesta clara para ella.

también extrañaba a lando, lo extrañaba muchísimo. sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar uno de los momentos en los que estuvo entre sus brazos abrazada a él y que él abrazaba. ¿me extrañará también? pensó, ¿charles estará ahí? ¿y oscar, y carlos, y pierre? se preguntaba.

silence: háblame | lnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora