silence: háblame | ln

.2.

| tercera persona.
rain mirren.

Gran Bretaña.

19:30.

sentada en la cama, se dispuso a esperar, de todas maneras no podía hacer nada. ella pasaba todo su tiempo dentro de la habitación bajo llave. rain vivía encerrada en su propia casa.

la puerta se abrió de golpe y aunque ella se asustó, no miró la puerta.

—te vas a poner esto, —dijo la voz de su padre.— necesitas dar una buena impresión, no a sus padres, a él.

rain asintió mirando el vestido.

eso era algo muy poco... el escote estaba marcado, se le verían quizá la mitad de los pechos.

—ah, sí. —volvió a hablar el padre como si se acordara de algo.— si llegamos a mencionar que no hablas, retírate, igual nadie te va a querer.

diciendo eso, salió de la habitación. rain volvió a suspirar y cerró los ojos, fue una mala idea.

las pesadillas aparecieron escasos segundos y ella abrió los ojos de golpe. se levantó y se dirigió al tocador, desapareció las enormes y notorias ojeras que yacían sobre sus ojos con maquillaje.

comenzó a desnudarse y admiró su cuerpo dos segundos, ah, rain tenía un cuerpo muy bonito y ella lo sabía. Su piel era casi de porcelana y ciertas partes de su cuerpo eran increíblemente esponjosas.

ella era alguien digna de presumir.

tomó el vestido y se puso una pequeña pieza de ropa interior sin costura en su parte íntima baja. no iba a usar sostén, se vería mal.

unos tacones plateados en mate adornaron sus pies, eran poco altos pero por lo menos ella notaba la diferencia. rain era bajita, era una de sus desventajas.

peinó su cabello, no era chino pero tampoco era completamente lacio. suspiró profundamente y marcó muy ligeramente el contorno de sus labios, se puso un labial oscuro como ordenaría su madre si la veía, a ella realmente no me gustaba ese labial, con cualquier cosa que tocaran sus labios, la tinta se marcaba en el lugar.

la puerta volvió a abrirse y volvió a bajar la mirada.

—mi niña...— era su madre.

se giró a mirarla.

la mayor tapó su boca y sonrió.

—te ves preciosa... ya es hora de bajar, cielo, vamos.— rain asintió.

ya estaba lista de todas maneras.

salió por la puerta detrás de ella y bajó las escaleras de la mansión, se sintió nerviosa, ¿cómo sería el chico al que iba a conocer? ¿guapo? ¿amable?

entró a la sala del comedor y cuando lo vio su respiración se fue.

'ah, bueno... sí es muy guapo.', pensó ella y evitó mirarlo, podía sentir sus mejillas calentarse.

saludó a los padres del chico estrechando manos y cuando llegó a él, ni siquiera lo miró pero con una pequeña sonrisa se inclinó en reverencia ante él, porque a los ojos ella era un total príncipe.