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| primera persona.
lando norris.

Gran Bretaña.

11:34

mis ojos se abrieron al tiempo que oía voces, muchas voces en realidad. sentí mi ceño fruncido, sentía que no había dormido nada y tener que despertar así era simplemente horroroso.

una vez que me enfoqué bien parpadeé un par de veces y me extrañé cuando no sentí el pequeño cuerpo de rain pegado al mío, ella durmió abrazándome toda la noche, ¿dónde estaba ahora?

me senté en la alfombra y suspiré mirando alrededor.

—¡rain! detente, detente.— decían desde la cocina.

me levanté rápidamente y me encaminé allá, me asomé por la puerta y la escena con la que me encontré casi me hizo reír pero me aguanté.

—cállate,— dijo ella golpeando a charles con una cuchara de teflón.— porque... lando sigue dormido.

oscar y carlos rieron. pierre estaba sentado comiendo lo que fuera que rain estuviera cocinando, él estaba calladito comiendo, ajeno a todo lo que pasara alrededor.

carraspeé un poco y todos me miraron pero yo únicamente vi a mi novia, alcé las cejas y ella parpadeó, miró a charles y volvió a golpearlo con la cuchara, él se quejó riendo como todos los demás.

nos saludamos todos y me acerqué a rain quien estaba de espaldas a todos cocinando, mis manos rodearon su cintura y besé su mejilla, pude ver una sonrisa en sus labios luego de eso.

—buenos días.— murmuré.

—buenos días.— me respondió ella.— ¿por qué despertaste? quería que... durmieras más.

sonreí volviendo a besar su mejilla sin importarme quien estuviera con nosotros.

—fue charles, me despertó.— sonreí.

ella suspiró negando y apagó la estufa.

—oscar, —lo llamó.— ¿dónde están los platos?

—ah, ya voy. estaban aquí hace un segundo.— le respondió levantándose y acercándose luego.— toma, aquí están.

—¿y de qué hablaban?— pregunté yo sentándome junto a rain.

—nada. —dijo charles.

—nada.— murmuró bajito ella.

entrecerré los ojos mirándolos a todos.

—es mentira.— dije yo.

oui.— respondió bajito nuevamente rain.

—no, ¿cómo crees?— dijo charles, achiqué los ojos nuevamente.

—bueno, —empezó a hablar carlos. —le preguntamos cosas a rain, pero pues ya sabes, para conocerla un poquito más.

—pero no cosas raras, nada ni malo ni que le incomodara. porque hasta eso se lo preguntamos.— completó pierre.

asentí ante sus palabras, rain miraba su celular por debajo de la mesa y le vi una pequeña sonrisa en los labios. me sentí confundido.

sus dedos siguieron tecleando palabras que no podía alcanzar a leer por la distancia y pequeñez, suspiré entonces.

silence: háblame | lnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora