Camino lentamente hacia el lago, con Colmillos detrás mía, dando vueltas y jugando con él mismo, intentando entre tanto no quedar muy atrás.
Yo, por el contrario, la felicidad que mi pequeño dragón tiene en el cuerpo es lo que a mí me falta. Estoy nerviosa, preocupada y atemorizada por todo lo que está pasando y puede lograr suceder. Ahora al menos espero que Zuko no lo haya matado mientras se supone que lo lleva hacia su nueva alcoba, y me doy cuenta de la tontería que he cometido.
¿Cómo he permitido desde un inicio que Zuko le acompañase? Ahora me siento tonta y temo que algo vaya a suceder entre ambos. Y es que, como para no pensarlo y preocuparse, después de lo que sucedió en el bosque... Mejor que ni piense eso, me da a mí.
- Oh, querida, no sabía que estabas aquí.
Me doy la vuelta cuando escucho esta voz tan familiar detrás de mí, sin evitar sonreír levemente cuando mis ojos captan su persona.
Ursa se encuentra de pie, a unos metros de mí, con una amplia sonrisa que irradia felicidad, una que se contagia a mi persona con mucha rapidez. Le digo que se siente si le apetece, que no estaba haciendo nada importante y que hablar con otra persona sería un alivio (porque venga, aunque todos adoremos a Colmillos, no es muy bueno para mantener conversaciones), comenzando a alimentar a los pequeños patos-tortuga, los cuales se nos acercan cuando huelen el delicioso aroma a pan recién salido del horno. Bueno, o lo que tengan aquí.
- Te noto extraña, ¿sucede algo? - pregunta de golpe la madre de Zuko, cambiando de tema y haciendo que me tense en el sitio, perdiendo el color de la piel y paralizándome.
Genial, si antes quería mentirle, creo que ahora por mi reacción no va a ser posible. Buen trabajo, __________.
- Si no quieres hablar de ello... - añade, pero creo que guardármelo tampoco va a solucionar nada.
- No. - la freno, elevando por unos segundos la mano, para volver a descenderla. - Es simplemente que... todo se va muy rápido.
- ¿A qué te refieres?
La miro, afligida.
Me encantaría pasar más días con ella, disfrutar de todo esto y que todos los problemas que me rodean actualmente desaparecieran por arte de magia, pero eso es imposible. Nadie podría consentir tal deseo por mi parte, que la muerte se esfumara y toda la paz fuera eterna. Que nosotros lo fuéramos, pero no es posible. Así que, aunque quiero referirme a un millón de cosas, prefiero centrarme en el tema principal, soltando un fuerte bufido y clavando mi mirada en la cristalina agua, la cual me ofrece una perfecta visión del cielo de hoy.
- Las cosas se han vuelto a complicar, de nuevo. - comienzo, sin extenderme mucho. - Tengo algo muy importante que solucionar, así que me iré en pocos días.
Ursa se queda callada, y de reojo puedo ver cómo sus ojos miel van poco a poco perdiendo su brillo natural. No le gusta la idea, y sinceramente, es comprensible. ¿Cuándo podremos tener algo de tranquilidad? Mi vida en la Tierra era muchísimo más normal que aquí.
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Eternos {Zuko y Tú}
FanfictionSegunda parte de Lazos de Fuego Las cosas parecen ir bien; Zuko y yo estamos juntos, he vuelto al mundo de Avatar, soy feliz con mis nuevos amigos... No me puedo quejar de nada, es todo lo que quise siempre. Pero la eternidad no existe. Nada perman...