Las cosas son muy distintas a cómo pensé hace unos meses que serían, cuando llegué por primera vez aquí, cuando aún no sabía lo que me deparaba el destino.
Estúpido destino, diría. Aunque bueno, se lo merece por todo lo que me ha hecho pasar, ¿no? Claro que sí, se lo merece, mucho, para ser sinceros. Pero bueno, eso no es a lo que quería llegar, siempre acabo perdiendo el hilo del tema... ¿Por donde iba? Ah, sí, por mi inicio.
Realmente no me puedo creer que todo eso sucediera, a pesar de que he corroborado que no estoy mintiendo, pero igualmente, sigue siendo y sintiéndose tan... surreal. Sobre todo cuando me recuerdo de pequeña, delante de la televisión viendo Avatar la Leyenda de Aang. Cuando mi mente vuelve a atacarme con recuerdos del pasado y me producen una sensación de nostalgia. La vida me ha cambiado muy rápido y de muchas maneras distintas, eso ya lo sé, y sobre todo al pararme a pesar en lo mucho que he vivido.
¡Casi me muero por lo menos dos veces! Y miradme, aquí, delante del estanque con los pato-tortuga, como si nada hubiera sucedido, como si siempre fuera así, y no estuviera en otro Universo. Bueno, a lo que iba; no puedo creer lo mucho que han cambiado las cosas.
En estos pocos meses desde que acabé con esa máquina que estaban creando para llegar aquí he decidido relajarme un poco, olvidarme del peligro y del "qué pasaría sí...", simplemente viviendo lo que el mundo me ofrece, lo que creo que me he ganado a pulso en ese tiempo de lucha. No he vuelto a tener respuesta por parte de Yue de nuevo, pero supongo que será porque las cosas ahora ya están arregladas, no hay problemas, la paz por fin ha vuelto a reinar. Con Aang mirando por el bienestar del mundo, Sokka y Suki ayudando juntos con las Guerreras Kyoshi y más gente protegiendo a los débiles, Katara acompañando y utilizando sus poderes curativos junto a su novio, Toph dirigiendo una academia de Metal Control, el tío Iroh con su tienda de té... Y yo aquí, en la Nación de Fuego, junto con Zuko.
Sigo sin comprender cómo han pasado tantas cosas, y tan rápido. Para mí han sido sólo escasos días cuando llegue aquí por primera vez. Y ahora...
- ¿Señorita __________? - me doy la vuelta al escuchar la voz de uno de los generales, levantándome del pasto verde y planchando con las manos el vestido, con una gran sonrisa. - El Señor del Fuego Zuko desea su presencia inmediatamente.
- Por supuesto, general Oshio. - sinceramente, no me puedo creer que no lo echase después de los celos que parecía tenerle cuando nosotros estábamos en proceso de pareja. - ¿Podría llevarme?
- Será un placer, señorita.
Camino detrás de él, observando mi alrededor de vez en cuando y viendo cómo el sol se cuela por los grandes ventanales del palacio e iluminan el lugar, resaltando el oro color que acompaña el vivo rojo que representa el elemento de la Nación. Después de unos escasos minutos de caminata, estamos enfrente de nuestro destino final: la sala de trono, donde Zuko pasa la mayoría del tiempo, mientras que yo prefiero caminar por la nación, o quedarme cuidando a Colmillos, al no tener él tiempo.
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Eternos {Zuko y Tú}
FanfictionSegunda parte de Lazos de Fuego Las cosas parecen ir bien; Zuko y yo estamos juntos, he vuelto al mundo de Avatar, soy feliz con mis nuevos amigos... No me puedo quejar de nada, es todo lo que quise siempre. Pero la eternidad no existe. Nada perman...