8. Del otro lado de la montaña.

66 9 0
                                    

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Esta carrera estuvo divertida, me caí como dos veces y Onna solo una. Sucios y algo lastimados, llegamos a las faldas de la montaña Paoz.

La vegetación es diferente a como es en mi casa, hay más terreno terroso y otro tipo de árboles. Justo al pie, sin tener que subir, hay una desviación que parece ser un camino que nos lleva a una especie de bosque.

—¿Quien ganó Gohan? Onna todavía no recobraba el aire y yo, bueno, no necesitaba descansar.

—Tu, yo tropecé y caí más veces— Lo cual es verdad.

—No te ves agitado— inhalaba y exhalaba—tienes mejor condición que yo pero acepto, yo gané esta carrera.

Algo altanero su caminar se dirigió al camino.

—Onna, debemos ser cuidadosos, no sabemos que puede haber ahí.— Ella asintió y caminamos los dos, en busca de alguna aventura.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
—¡Corre Onna!— terminamos encontrando una familia de dinosaurios carnívoros y tenían mucha hambre.

—¡Gohan estoy muy cansada!— y de repente tropezó y cayó.

El más grande de los t-rex se acercaba más, no tuve más remedio que alzar vuelo, tomar a Onna y encontrar un lugar seguro.

Y así lo hice, Onna solo me miró ¿asustada? O sólo sorprendida pero era eso o ser comida de dinosaurios.

La tome y me elevé lo más que pude, el dinosaurio intento brincar y por una diferencia de unos cuantos metros casi lo logra pero fuí más veloz.

Volé hasta estar lo suficientemente lejos de animales depredadores y bajé en lo que parece una especie de campo.

Onna estaba asustada y se sentía mareada.

—G-G-Gohan, ¿Cómo hiciste eso? ¿Eres un extraterrestre? ¡No se que me asustó más si el animal ese o volar en el cielo por miedo a caer! ¡¿Porqué no me dijiste de esta habilidad?!

Estaba tan cerca de mi, que sentía su respiración, lo cual me inquietó, la tome de los hombros y la hice un poco hacia atrás con mi mejor sonrisa.

—Te pido una disculpa, el poco tiempo que tenemos de conocernos no había tenido oportunidad de decirte o de hablar sobre mi. Lo olvidé y lamento haberte asustado.

Era verdad, olvidé mencionar mis capacidades.

Un poco más relajada, me miró y parecía más tranquila.

—Esta bien, disculpa mi exaltación.

Una vez tranquilos, decidimos caminar por el campo abierto. Había flores de diferentes colores y especies.

Onna arrancó unas e hizó un ramo.

El día estaba genial, fresco con aire corriendo y un sol que no era tan fuerte.

—Parece que más abajo hay una especie de arroyo, ¡vamos Gohan!

Y corrimos de nuevo, me sentía feliz. Por ahora.

El arroyo es precioso, agua totalmente cristalina, no era tan profundo pero si podíamos meter los pies para refrescarnos.

Mi madre le había prestado a Onna ropa más cómoda y ahora vemos que fue una buena decisión.

Había mariposas volando, pajarillos entonando melodías. Decidimos sentarnos en la mera orilla y quitarnos el calzado,

El agua del arroyo estaba cálida y era muy cristalina. Onna estaba relajada con los brazos detrás de su cabeza, recargada en el pasto verde y fresco de este lugar.

Por lo que solía pelear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora