Por lo que solía pelear.

11. Saiyaman.

Los días pasan sin detenerse, me he acostumbrado a la vida aquí. Cada que puedo, voy a la montaña Paos a visitar a mi familia, voy dos veces por semana y es agradable verlos. Mi madre me recibe con bastante comida y eso me pone felíz.

Justo hoy llegué a mi pequeño hogar en la ciudad, ví a mi mamá el fin de semana y vengo con buenos ánimos.

Me dispongo a bañar, cenar y arreglar las cosas que traje conmigo.

Traje bastante comida para refrigerar, mi madre siempre me procura incluso a la distancia. De repente, en mi bolso, veo un cuadro envuelto en papel de regalo, lo abro y es un cuadro de mi mamá, papá y yo cuando era pequeño.

Sonreí al recordar esas épocas tan tranquilas antes de involucrarme en peleas y conocer seres de otros planetas o modificados.

Siento humedecer mis ojos porque no bastaba extrañar a mi padre, ahora a mi madre y hermanos, pero con ellos era diferente, los vería y tendría comunicación con ellos, se que están pero no papá.

El se fue creyendo en mi potencial y es triste ver qué, aunque soy fuerte no es lo mismo a como fuí en alguna vez.

Intento deshacerme de pensamientos pasados y acomodo mis cosas para mañana estar listo a la escuela. Pero no puedo, pienso demasiado en qué debí matar a ese androide lo más rápido que pude.

Me voy a dormir y así estuve, divagando hasta que siento que el sueño me llama.

Finalmente, amanece y comienzo la rutina de cada mañana, un buen baño y cepillado de dientes, un desayuno y a volar.

Tomo el mismo rumbo de siempre para ir allá, cuando de pronto oigo problemas.

Agudizó mi oído, me pongo en alerta y me dirijo para allá sea donde sea. De repente siento el ki de Videl, acercándose más y más entonces, acelero mi vuelo.

Son los delincuentes de RedJack que están conduciendo de manera grotesca, usan el secuestro como método de actuar para conseguir dinero, mientras que cínicamente se burlan de la policía. Tengo entendido que es una banda muy peligrosa.

Antes de llegar al punto, grito transformación para poder enfrentarlos sin que nadie me reconozca.

Justo antes de enfrentarlos, llegó Videl, a hacerles frente.

—¿Gran Sayaman? ¿Qué haces aquí?

—Srita Videl, estoy aquí para brindar mi ayuda y que estos tengan su merecido.

—Ya veremo..

Uno de ellos, quiso escapar pero ella fue más rápida y lo atrapó, dándole una patada en el estómago que lo dejó inmóvil. Su compañero, de playera morada, intento defenderlo pero ella terminó dándole una paliza.

Yo solo me encargué de los secuaces inútiles que intentaban amenazar con sus pistolas. Doblandolas como si se tratara de plastina.

Los policías nos ayudaron esposandolos y metiéndolos a las patrullas.

Agradecieron nuestra ayuda, me despedí de ellos y de Videl, emprendí vuelo pero no me duró el gusto, ella ya esta siguiéndome. Acelero el vuelo, metiéndome entre las calles y edificios altos, según  logré esquivarla mientras me detengo en un parque cercano.

—Hola Gran Saiyaman, estuviste muy bien el dia de hoy.— su voz me toma por sorpresa, me volteó y aunque es más pequeña que yo, su pose, mirada me intimidan un poco. Pero mantengo la compostura.

—Hola Srita Videl. Usted también estuvo muy bien, es muy fuerte, me debo marchar así que si me disculpa ya debo irme.

—Me gustaría saber quien está detrás de este personaje y te advierto que no me rendire, asi tenga que seguirte al fin del mundo, no te escaparas.

"Eso suena muy ¿escalofriante?"

Ella sigue necia a querer descubrir la identidad del Gran Saiyaman. No me deja otra opción.

Sin más por hacer y como si fuera un gatito bebé, con un solo brazo, tomo su helicóptero y lo dejo encima de un edificio alto. Esto me dará ventaja para safarme y llegar a la escuela.

—¿QUÉ CARAJOS HACES????

Sus ojos se abren aún más y yo solo me río intermanente. Es muy necia pero determinada, su curiosidad la hace ser así y bueno, merece algo de crédito. Pero no me agrada mucho que sea tan insistente.

—Disculpeme, no me dejo otra opción.

Y escuchando a lo lejos todas sus maldiciones, me voy.

Llegué a tiempo, la clase apenas iba a empezar así que no me perdí de nada.

Cinco minutos después, ella llegó, el maestro entiende el motivo y la deja pasar. Para mí mala suerte, Iressa se pone a platicar con ella sobre las clases y le cuenta que llegue poco antes que ella.

"Ahhh pero porque le dice eso"

—¿Ah sí?

Me hace lo mismo, una mirada sospechosa y penetrante. A pesar de que es algo que hace seguido, no me he acostumbrado. Sus ojos son profundos, de un azul, un tono más claro que el de un zafiro. Son brillantes.

—¿Se puede saber que tanto me miras?

Su voz me saco de mis pensamientos, de nuevo esa sensación cálida en mi cabeza, recorría mis mejillas, mi estomago se tenso, no se que es eso, no porque me ha pasado con ella.

—Gohan, estás sonrojado, te ves muy adorable— Iressa siempre de espectadora entre Videl y yo.

Al menos ya se que esa rara sensación es sonrojarse.

—Disculpame Videl, no quería incomodarte—me volteo lo más rápido que puedo y me pongo a poner más atención a la clase.

Justo en la hora del almuerzo, me encuentro en la cafetería y es enorme, es un gran lugar para platicar y socializar. No visualizo a Videl y a Sharpner cerca de Iressa, así que pensando que quizá me arrepienta de esto, me acerco a ella amablemente.

Esta comiendo un emparedado, así que voy lento para no molestar tanto. Me siento junto a ella en la banca y ella me mira de forma amigable.

—Hola Iressa, discúlpame por interrumpir tu comida pero me quedé con una duda sobre lo que dijiste hace rato en clase.

—¡Oh! Hola Gohan, no te preocupes ¿Cuál es tu duda?

—Sobre lo del sonrojo y porque se da.

Ella ríe un poco y me mira como si fuera un chiste. Al ver seriedad en mi cara ella prosigue.

—Me doy cuenta que no sabes mucho de esto, ¿Qué haz sentido además de ponerte como tomate?

Me pongo a pensar la situación —Solo siento una sensación rara en mi estomago, quizá algo de rapidez en mi palpitar, y un calor intenso en mi cara.

—Pues hay razones diversas por las que pasa, puede suceder tras un comentario comprometedor, cuando dos miradas se cruzan o porque sí. El sistema nervioso se activa más, el corazón se acelera, el calor inunda la cara y llega hasta las orejas. Ahí está el rubor facial, expresión incontrolable, imposible de fingir. ¿Puedo saber porqué preguntas?

Ella estaba poniendo real atención a esto, lo cual agradezco mucho, es genial tener una amiga aquí.

—Solo tenía curiosidad por lo de hace rato y seré honesto, no sé mucho sobre estas cosas de chicas, ser adolescente y eso entonces puedo parecer inocente en casos como este.

Ella asiente y me mira de forma curiosa.

—Entonces me alegra ayudarte en este tipo de cosas y si necesitas algo, no dudes en venir conmigo.— me sonríe mientras se termina su alimento.

—Entonces te gusta Videl.— PERO QUE DIABLOS DIJO??! ¿Porqué se sacó esa conclusión así a la ligera?

No tuve tiempo ni de responder cuando...

—¿A quien le gusto Iressa?

Esa voz dulce y firme la conozco, el sonrojo se medio asoma.
Ok esto no lo vi venir.