18. Lo extraño que soy.

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El señor Piccoro, Dendé y Mr Popo se alegraron de la próxima visita de mi papá, obviamente mi maestro participará en el torneo así que se pondrá a entrenar también.

Pase a visitar a Krillin y vaya que ha madurado bastante, me alegra verlo feliz con su familia.

Finalmente les diré a mamá y a Goten. Voy volando rumbo a la montaña Paos, no saben que voy para allá así que será una gran sorpresa.

En el camino voy mejorando sobre todo lo que sucede.

Veré a mi papá y estoy feliz, espero poder tener oportunidad para poder charlar con el. Pero también tengo miedo sobre lo que pase cuando tienda que decirle de nuevo adiós.

La situación con Onna, me tiene mal y me siento un pésimo amigo, tengo que conseguir un teléfono y conseguir su número, necesito saber como está.

Finalmente ¿qué pasa con Videl? Es raro, cada vez aumenta más mi cariño por ella y nuevas sensaciones físicas para mí. Me emociona y me aterra a la vez. Disfruto su compañía y en verdad soy feliz a su lado. Creo que me siento atraído por ella, es la única explicación ante esto.

Después de volar bastante tiempo, llego a casa de mi mamá, aterrizo y toco la puerta.

—¿Quién es?— la voz tierna de Goten se escucha del otro lado de la puerta.

—¡Soy yo! Abre por favor.

No tardo nada en abrir, su cara sonriente es lo primero que veo y me da un gran abrazo.

—¡Hermano! ¡Te extrañé mucho!

Me siento feliz, no sabía cuánto extrañaba un abrazo de mi hermanito.

—¿Te vas a quedar?— sus bellos ojitos me miran con ilusión.

—Ya veremos.— le desacomodo su alborotada cabellera en forma de cariño.

—¿Gohan eres tú? No te esperaba hasta la siguiente semana.— mi mamá sale a recibirme con un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

Tambien la extrañé, la estrecho en mis brazos y huele a lirios. No sabía que también extrañaba su perfume.

—Wow Gohan, eres muy fuerte y por lo visto andas muy feliz.

La suelto y la miro con felicidad.

—Pasa, tengo la cena terminandose de cocinar en la estufa.

Pasamos y todo sigue igual, me siento raro. Mi mamá nos sienta y Goten le ayuda a poner la mesa.

Ella sirve la comida y es un delicioso estofado de res con verduras y arroz.

—Se ve delicioso mamá, muchas gracias por estos alimentos.—le agradezco mientras empezamos a comer.

—De nada hijo, por cierto ¿puedo saber porqué estás tan feliz? ¿acaso tiene que ver con una chica que vive en Ciudad Satán?— su mirada es picara.

Siento mi cara volverse roja y mi hermano menor solo se ríe.

—Eh, no madre, escúchame bien, porque esto es importante. Tambien tu Goten.— los dos me miran fijamente.

—Mi papá vendrá a la tierra por un día.

—¿QUEEEEEEEEEEEEEEEÉ?

Mi madre se exalta demasiado y Goten sigue comiendo muy rápido.

—¿Cómo es eso posible? ¿Cuándo?

—Vendrá para el torneo de las Artes Marciales en un mes y parece ser que Uranai Baba le concederá ese favor.

Por lo que solía pelear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora