28. No me olvides.

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Todos están tranquilos en el templo, entro a la habitación que parece ser una especie de cocina y comedor. Todos voltean a verme y preguntar sobre como estoy; un señor de nombre Mr. Popo ha tenido la amabilidad de buscarme y traerme para que coma algo. No me había dado cuenta que estuve mucho tiempo sola, lidiando con mi dolor que olvide que Gohan no solo era amigo mío, era hijo, hermano, nieto, camarada de batallas y amigo de estas personas.

—Gracias —Mr. Popo me deja un plato de ramen casero acompañado de arroz y algo de guisados en otro plato para comer. El me brinda una sonrisa amable y se marcha.

—¿Cómo estás Videl?

Milk está también sentada en la mesa y se acerca a mi, parece que ya se siente mejor. Empiezo a comer bocado por bocado.

—Hija, tus ojos están hinchados —no puedo creer lo dulce y amable que es conmigo cuando ella perdió a su hijo.

—Muchas gracias Milk, que amable eres pero yo debería de preguntar por ti, perdiste a tu hijo, no me imagino lo duro que debe ser eso.

—Yo estoy bien por ahora, he pasado por más dificultades con Gohan de las que crees. —ella sonríe levemente y parece estar sumiéndose en sus recuerdos.

En un intento de apaciguar el ambiente, pregunto como que recuerdos tiene con el.

—Cuando apareció el hermando de mi esposo, lo que hizo fue secuestrar al sobrino y terminó con Goku muerto por primera vez, me tomo un año recuperar a mi hijo y esposo vuelto a la vida. Gohan tenía cuatro casi cinco años.

Mis ojos están demasiado abiertos, no puedo creer que Gohan de pequeño paso por cosas tan difíciles.

—Ah, Videl, no te preocupes, Gohan demostró a edad temprana su potencial para pelear y ser independiente. Eso no es nada cuando entró en la habitación del tiempo con diez años y salió con once, con una cabellera alborotada y rubia, yo me escandalice pensando que se había vuelto un rebelde.

Krillin quien se encontraba ahí mismo, bebiendo un jugo, escupió todo en una carcajada.

—Es cierto Videl, debiste ver su cara cuando llegó Gohan a Kame House después de ese entrenamiento JAJAJA.

—Mira, —saca de su bolso una pequeña foto, dónde sale un pequeño niño en brazos de su padre el cual es Gokú. El pequeño tiene el cabello largo, oscuro y alborotado, decorado por un gorro rojo, el cual lleva en la punta una esfera naranja. Lo que más me llamo la atención es que poseía una cola café. —no te sorprendas por la cola Videl, es algo relacionado a la raza del padre de Goku ¿Gohan te contó eso no?

Tomo la foto entre mis dedos y no puedo dejar de mirar a ese pequeño Gohan, tan tierno. Veo que a pesar de tener un poder extraordinario y haber sido un héroe, su naturaleza es tranquila, un pacifista, pasó por situaciones difíciles para ser quien fue y aun así era un hombre amable, dispuesto a ayudar a los demás con una sonrisa en el rostro; siempre buscando la justicia. Puedo ver que no ha cambiado mucho es como si solo hubiera crecido sin que el tiempo dejara cicatrices normales en el ser humano.

—Si, me contó sobre esas cosas —expreso con melancolía, recordando ese día tan precioso con el.

Y así, estuvimos un buen rato, compartiendo anécdotas de Gohan y Vegueta o más bien ellos como si se tratara de un funeral donde recuerdas las memorias de esa persona que está en otro plano.

El sentimentalismo me gana así que me disculpo y me salgo de ahí, realmente no me fijo por dónde voy así que salgo por una puerta que da hacia la parte trasera del templo. Visualizo un hermoso jardín, lleno de flores de diversos colores y tamaños, el día sigue espléndido pero mi corazón aún está apagado.

Por lo que solía pelear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora