14. Sushi y Oniguiri

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Videl Pov.

—¿En serio esa chica se puso celosa?

—Si, estaba demasiado tensa, pensé que era su novia o algo así pero Gohan me explico que es su amiga y ya.

—Vaya, si que las cosas se te complicaron.

—No es para tanto, espero mi amistad con el no se vea arruinada.

Domingo en la noche antes de la escuela me encuentro platicando con Iressa, contándole los sucesos del viernes en el departamento de Gohan.

—Oye y antes de eso, ¿Que más hicieron?

—¿Hacer de que? No sé de qué me hablas.

—Me vas a decir que solo estudiaron y no hubo contacto físico alguno, ¿acaso no ves lo que ven los demás?

—La verdad es que solo fui a lo que debía.

Sostengo con una mano el teléfono y con la otra un mechón de mi cabello, recordando cuando me tomo del brazo.

Se me eriza la piel y disfruto recordarlo.

—Si que son ciegos.

—Vas a tener que explicarme eso.

—No, mejor tu y el niño prodigio averiguenlo. Buenas noches amiga.

—Hasta mañana.

Cuelgo el teléfono molesta porque no se a que se refiere.

Me terminó de asear para finalmente irme a dormir.






Cómo todos los lunes, empieza la rutina. Desde temprano ya estoy lista y en camino a la escuela.

Finalmente llego y el salón está casi vacío por excepción de una persona: Son Gohan. Está sentado en el extremo más alejado de la última fila. Así que decido irme a sentar a lado de el, antes de que llegue Iressa.

—Hey, hola, ¿cómo te fue con tu familia?— pregunto amablemente mientras coloco mis libros en la mesa junto a el.

—Hola Videl, muy bien, me divertí mucho, gracias por preguntar. Oye por cierto me disculpo por el momento tenso del viernes.— luce apenado y me preguntó porque se disculpa si el no hizo nada malo

—No pasa nada, no es tu culpa, eso quedo atrás ¿Si?— le sonrió y el solo me mira, lo cual me produce una extraña sensación en mi estómago, decido ignorarla.

—Claro.

Sin darnos cuenta el salón se empezó a llenar y después las clases empezaron.

Intento tomar nota pero me doy cuenta que no está mi bolígrafo.

—Demonios, no tengo bolígrafo.

—Ten.— Gohan estira su mano y me da uno mucho antes de yo pensar en pedirlo.

—Wow, que rápido eres, gracias Gohan.

El solo sonríe.

Y al fin puedo tomar notas, un poco feliz.


Terminando la clase, me dirijo con Gohan a una banca del jardín, tenemos una hora libre antes del almuerzo así que perderemos un poco el tiempo.

—Ahi está bien, vamos a sentarnos.

Finalmente nos sentamos y empezamos a charlar de cualquier cosa.

—Mi madre me empacó comida casera, te aseguro que su sabor es el más delicioso.

—Me gustaría probarlo.

—Claro, ¿quieres que te comparta un poco en el almuerzo? La comida de hoy es sushi con salmón.

Por lo que solía pelear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora