12. Confesiones inesperadas.

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Iressa ve mi reacción, creo que eso es suficiente para justificar su respuesta pero también se percata de que no estoy afirmando ni negando nada.

"¿Porqué no negué nada?"

Ahí estaba ella, detrás de mi, en una cafetería escolar.

—¡¡N-n-no Videl, no es eso, solo hablabamos de otra cosa, no tiene nada que ver contigo!!— mi varonil voz sale nerviosa lo cual no me ayuda en nada.

Iressa entiende al parecer y soluciona lo que empezó.

—Amiga no es cierto, solo lo estaba molestando, es que es lindo verlo así de rojo.— Iressa se ríe demasiado juguetona pero no me siento cómodo con su "bromita"

Videl no parece muy segura de su respuesta.

—Si tu lo dices, me parece que Gohan sobrereaccionó demasiado, no creo que puedas bromear así con el.— juega con sus coletas mientras camina rumbo a la salida.

—Ja, ja, ja.— Es todo lo que me salen decir

Iressa la sigue solo para decirme "lo siento en un susurro" y se van las dos amigas, dejándome ahí avergonzado y con los demás estudiantes viendo.





La semana pasó rápido, seguía estudiando y siendo el súper Sayaman cada que podía, Videl insistía cada vez más así que no se cuanto tiempo podré seguir así. Es demasiado determinada.

Este fin de semana tocaba pasarlo en la montaña Paos, como tiene tiempo que no veía a Onna, ella pasará por mi hoy, viernes en la noche para ir con mi mamá y Goten.

Estaba emocionado, vería a mis seres queridos.

También fui haciéndome más cercano a Videl e Iressa, puedo decir que somos amigos, comemos juntos y aveces platicamos fuera de la escuela. Me empiezo a adaptar.

El dia transcurrió normal, no hubo llamadas de auxilio y es algo que agradezco realmente.

Saliendo de la jornada escolar y de la escuela, Videl me alcanza.

—Oye Gohan, tengo que pedirte algo, me fue un poco mal con un tema de Inglés ¿Crees que me puedas explicar por favor? Necesito hacerlo de nuevo y entregarlo para el lunes así que es urgente que me ayudes, claro si puedes y quieres.

Vaya, la poderosa Videl me pide ayuda.

—Por supuesto, esta tarde podría ayudarte. ¿Quieres venir a mi departamento?

Videl se queda estupefacta, sus grandes ojos brincan más de la cuenta y parece que dije algo extraño.

—¿Q-Quieres que vaya sola a tu departamento?

—Si porque necesitas que te ayude, tu me lo haz pedido.

Su semblante se relaja, creo pensó otra cosa ¿pero que?

—Disculpa mi reaccion, esta bien, vamos.

Y se pone a mi lado, caminando juntos cuando debería volar. Empiezo a mirarla de forma amigable. A pesar de su personalidad tan ruda y fuerte se que es muy amable. Mi corazón empieza a acelerarse, entonces desvio mi cara e intento relajarme. Esto no es normal.



Finalmente llegamos, le abro la puerta y la invito a pasar. Es pequeño pero es acogedor.

—Es muy lindo, gracias por aceptar ayudarme.

—Cuando quieras.— entro y dejo mis cosas en el sillón, le invito a sentarse y le ofrezco algo de beber.

—¿Qué bebida te gusta?

—Agua esta bien por favor.

Le doy una botella de agua y nos sentamos en las sillas cerca de la mesa.

Por lo que solía pelear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora