EMMA

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Después de una tarde de lo más entretenida, entramos a la casa cuando ya empezaba a anochecer.

Chris y Alex fueron corriendo y empujándose entre ellos hacia la cocina. Por el olor supuse que estaban empezando a cocinar. Cuando entre en la cocina vi a Chris asando hamburguesas.

Mmm...

Ugh...

Que asco de comida.

No sabes apreciar el arte.

- ¿Que te pasa? -, Chris pregunta esto más preocupado de lo que debería, teniendo en cuenta que es comida.

- Emma, tía, tienes cara de querer potar.

- Es que... Es que no me gustqn las hamburguesas.

- Si es por eso, no te preocupes, puedo hacerte algo.

- No, tranquilo ya lo hago yo.

- Nadie sabe utilizar los fogones como Chris, Emma.

- Creo que me las puedo apañar. Pero gracias.

Al final acabo haciendome unos macarrones con queso -, más bien acaba haciéndolos Alex -, ya que ve que me empiezo a pelear yo sola con el microondas.

Una vez nos sentamos a cenar, Alex mira extrañado mi plato.

- De verdad, Emma, ¿a quién no le apetece una hamburguesa? - me pregunta Alex, vacilando.

- A Emma - dice Grace como si dijera una obviedad, cosa que era.

- Vale, cielo, era una broma.

Y empiezan a darse cariñitos de manera empalagosa.

- Un día me da un subidón de azúcar por su culpa - dice Chris, bastante arto.

Alex lo fulmina con la mirada, de broma supongo, antes de pasarle un brazo por los hombros a Grace.

- Emma, ¿es verdad que vas a hacer las pruebas de voley?

- Claro que las va a hacer, amor. Tienes que prestar más atención cuando te hablo.

- Era para asegurarme.

Y vuelven a sus famosos mimos.

Un rato después, vamos al salón a ver una película. Una romántica, ya que la elegimos Grace y yo -, los chicos se aguantan como pueden, aunque escucho bostezos provenientes de la zona en la que está Alex -.

Dos películas más tarde, ya noto cómo mis párpados se me van cayendo, aunque no tengo sueño por los nervios. Decido irme a la cama.

Leo un poco, preparo mis cosas y pongo la alarma.

Después de eso, intento dormir, y creo que no fue hasta dos horas más tarde que al fin concilio el sueño.

Un verano contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora